El Síndrome Christian Grey

El viernes por la noche tuve una reunión con mis Divinas compañeras del colegio. Hace tiempo que no nos juntábamos y de verdad que las echaba de menos.

Estaban las mismas de siempre. Sería bueno que de cuando en cuando las desaparecidas se atrevieran y aparecieran. Siempre es bueno verlas aunque sea una vez al año.

Desde hace un par de meses que las escuchaba hacer bromas con respecto a Christian Grey, el protagonista de la novela “50 Sombras de Grey” la verdad es que es un libro que no quiero leer porque no quiero que influya en mi forma de pensar. Bastante tengo ya con que digan que actualmente escribo como si fuera Sex and the City.

Pero eso no significa que no haya leído de qué se trata el libro, así como las críticas de los expertos.

El tema de fondo del libro es básicamente como una virgen es introducida el mundo BDSM, adornado por un halo de romanticismo.

El tema es que para mi era casi ridículo escucharlas hablar sobre temas que posiblemente apenas conozcan. De hecho no tenían idea de qué se trataba el Phisting, una de las tantas prácticas realizadas junto con el Bondage.

Cuando les dije que ni una iba a dejar jamás que un hombre les pusiera pinzas apretando sus pezones, ni iban a dejar en verdad que las amarraran y las golpearan, una de ellas me dijo que la protagonista era una Sumisa Autocontrolada y muy rápido trataron de dejarme callada porque, en el fondo, ni una de ellas sabía de qué se trataba cada una de las practicas mencionadas, pero no descritas, en el libro.

Sumisa Autocontrolada.

¿Alguien puede decirle que eso no existe? Ninguna sumisa es dueña de sus actos, todos son realizados a voluntad de su Amo. Si alguna cree que ser Sumisa es entretenido o romántico, que converse con una y escuche el real trasfondo de lo que ello significa.

Fantasear con un par de nalgadas o llegar a concretarlo está bien. Pero pensar que encontrarán en el metro, en el bus o en la mitad de la calle un Christian Grey que las transforme en Sumisas Devotas y que ellas pondrán el límite a la sumisón es una fantasía aún más grande que el libro.

Hace varios años atrás conocí a un español que me encantaba, nuestra relación de amistad era netamente vía correo electrónico debido a la distancia. Él era un Amo con todas sus letras y tenía un séquito de mujeres que se arrodillaban frente a él deseosas de ser la primera en acceder a sus deseos sexuales. Gracias a él conocí todo acerca del BDSM sin necesidad de practicarlo (¡gracias distancia!) y también tuve la opción de conversar con sus sumisas y entender lo que pasaba por sus cabezas.

Y cuando me refiero a varias mujeres es porque normalmente un Amo tiene más de una mujer y obliga a todas a estar con él.

Si no han leído el libro, recomiendo que lo hagan pero entendiendan de lo que realmente se trata: De una relación Sado-Masoquista.