Navidad

Casi casi es Navidad, por ende, estamos todos estresados al borde de un ataque de histeria colectiva por comprarselo todo en todas partes: que si no es en el mall, es en el supermercado, que tienes que darte la vuelta por el centro porque estaba una luca más barato, los dos caracoles por Providencia para encontrar la pinta exacta y si no te das la vuelta por Patronato, es porque no es Navidad de verdad.

Este año me aburrí de todo eso y he comprado sólo lo justo y necesario. Sorry para todos aquellos que juraban que les iba a regalar algo, pero esta Viejita de Pascua quiere ir a Brasil de vacaciones y si compra tantos regalos, no va a llegar ni a la esquina.

Pero me entretiene mirar a la gente ir y venir cargada con todo aquello que no fue capaz de comprar durante el año y que deja, como todos los chilenos, la última semana del año para comprar: televisores de 25.000 pulgadas que cargan por las calles rumbo al auto o taxi a penas, refrigeradores que hablan y cuanto aparato electrónico super sofisticado se les pase por enfrente. Esto de dejar todo para el último es igualmente aplicable a todo lo que los Chilenos de corazón hacen: hasta para ir al baño esperan el último minuto y más encima tarde se dan cuenta que no hay papel...

Bien, veamos ¿Qué le pedirá esta gatita al Viejito Pascuero? Pues se me han ocurrido muchas cosas de las cuales estoy segura que no voy a recibir ninguna, pero probemos algo distinto este año. He aquí mi carta al Viejito Pascuero:

Querido Viejito, como bien tu sabes, esta gatita se portó bien durante todo el año, exepción de aquella noche lluviosa de junio en la que no me vine derechito para la casa después de la fiesta sino que me pasé "por ahí" con quien no debía, pero igual me porté bien: hice todo lo que me pidieron... como ves soy una niña muy buena. Tengo a mi favor que en mis pasadas vacaciones dormí todas las noches en el hotel y no hice pasar ninguna rabia a la Cata que me acompañaba, no así la vez anterior con la Moira que se moría de un ataque al higado por comer mucho huevo revuelto al desayuno, mientras yo conocía la noche brasileña (no te miento si te digo que me arrepiento de no haberme ido este año con ese atlético brasileño que me invitaba los tragos... pero bueno, a lo mejor el próximo año)

Igualmente me porté bien en el trabajo, no hice rabiar a mi jefe más de lo que se supone debía hacerlo y fui capaz de resolver casi todos los problemas.

En la casa también me porté bien, a pesar que estoy a punto de colapsar: entiendeme por favor, no es nada fácil tener a tu hermana mayor y a tu mamá con la misma pata enyesada... debe ser la maldición que ha recaído en ellas después de un año que se riéron y me pelaron porque yo me había caído feo y me dejaron dos meses de licencia con la pata y la mano derecha enyesadas, Dios castiga, pero no a palos y es cierto, la puritita y santa verdá...

Pues bien, tomando en cuenta todo esto, te pido un sólo regalo: un gatito para esta gatita, haber si así se deja de andar tonteando y deja a todos sus amigos en paz... puede ser?? Y si no... bueno, me conformo con otro viajecito a Brasil, pero con más aventuras que las de este año pues me quedé con gusto a poco... siiiii??????

Comentarios

Anónimo dijo…
O sea que lo que la gatita quiere es huevear con un gatito!!!!!!!
Me parece bien la solicitud, creo que podremos darle en el gusto.
Por otro lado creo que es cierto eso de que te has portado bien, lo que no dices es que tal estuvo esa arrancadita en el día de lluvia y que es lo que te paso.
Cariño, aquí, entre nosotros dos, estuvo muy bien, tan bien, que me quedé con esa noche y no me he vuelto a arrancar con nadie más. ¿Estuvo bien mi respuesta?

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