Día Especial
Hoy es un día especial. Hoy se termina una etapa un tanto dolorosa para mi familia y pasará a transformarse en una nueva etapa, creo que también será dolorosa, pero con menos intensidad.
Como comenté en un par de entradas anteriores, la hermana mayor de mi papá ha estado viviendo con nosotros desde ya más de un mes. Perdí la noción del tiempo, perfectamente puede ser que vayamos para los dos meses y no me haya dado cuenta.
Después de todo este tiempo, de observarla, evaluarla y tomar conciencia de su estado, decidímos internarla en un Hogar de Reposo.
No fue fácil encontrar uno que se ajustara a nuestras necesidades y a lo que podíamos pagar. Vimos algunos hogares donde te sacan un ojo de la cara pero no son capaces de mantener las casas en buenas condiciones. Esto nos irritaba ¿Con qué moral esta gente mantiene estos lugares?
Finalmente encontramos un hogar cerca de nuestra casa y cerca de la que era su casa. De esa forma sus amigas del barrio la pueden ir a visitar cada vez que puedan y nosotros también.
Hoy después del almuerzo la lleva mi mamá. Me habría gustado poder ir, pero ya la semana pasada pedí permiso para irme más temprano porque la Isa tuvo su graduación de 4º medio, así que no quise volver a pedir permiso para hoy.
Me tiene un poco ansiosa esto de internarla porque no sé cuál será su verdadera reacción. Tiene momentos de lucidez donde se da cuenta lo que ocurre a su alrededor, pero también tiene otros momentos en que está completamente ida, viviendo épocas de antiguas glorias familiares en el sur.
También me tiene preocupada la reacción de mi mamá. Yo creo que se lo va a llorar todo esta tarde cuando vuelva a la casa. Las personas que hayan tenido en algún momento de su vida que internar a un familiar anciano entenderán muy bien de lo que hablo.
Ahora viene la segunda etapa: No olvidarse de ella.
Esta etapa requiera mucha atención para que no sienta que uno la abandona. Significan constantes visitas y monitoreo al hogar porque no hay nada peor que encontrarse con sorpresas desagradables cuando uno los deja mucho tiempo sin comunicación.
Todo esto me ha hecho pensar en mi propio futuro, más bien en mi propia vejez ¿Cómo será? ¿Iré a llegar con mis capacidad intelectuales intactas o se me escaparán los enanitos pa'l bosque como dice una amiga?
No veo mi futura vejez con muy buenos ojos. No tengo hermanas apegadas a mi, tampoco tengo marido y menos hijos. No me quedará otra que un día tomar mis maletas y yo solita irme a internar en algún lugar. Eso sí, tiene que tener internet banda ancha y wi-fi de lo contrario ¿Cómo seguiré escribiendo? Porque pretendo escribir hasta el fin de mis días.
Como comenté en un par de entradas anteriores, la hermana mayor de mi papá ha estado viviendo con nosotros desde ya más de un mes. Perdí la noción del tiempo, perfectamente puede ser que vayamos para los dos meses y no me haya dado cuenta.
Después de todo este tiempo, de observarla, evaluarla y tomar conciencia de su estado, decidímos internarla en un Hogar de Reposo.
No fue fácil encontrar uno que se ajustara a nuestras necesidades y a lo que podíamos pagar. Vimos algunos hogares donde te sacan un ojo de la cara pero no son capaces de mantener las casas en buenas condiciones. Esto nos irritaba ¿Con qué moral esta gente mantiene estos lugares?
Finalmente encontramos un hogar cerca de nuestra casa y cerca de la que era su casa. De esa forma sus amigas del barrio la pueden ir a visitar cada vez que puedan y nosotros también.
Hoy después del almuerzo la lleva mi mamá. Me habría gustado poder ir, pero ya la semana pasada pedí permiso para irme más temprano porque la Isa tuvo su graduación de 4º medio, así que no quise volver a pedir permiso para hoy.
Me tiene un poco ansiosa esto de internarla porque no sé cuál será su verdadera reacción. Tiene momentos de lucidez donde se da cuenta lo que ocurre a su alrededor, pero también tiene otros momentos en que está completamente ida, viviendo épocas de antiguas glorias familiares en el sur.
También me tiene preocupada la reacción de mi mamá. Yo creo que se lo va a llorar todo esta tarde cuando vuelva a la casa. Las personas que hayan tenido en algún momento de su vida que internar a un familiar anciano entenderán muy bien de lo que hablo.
Ahora viene la segunda etapa: No olvidarse de ella.
Esta etapa requiera mucha atención para que no sienta que uno la abandona. Significan constantes visitas y monitoreo al hogar porque no hay nada peor que encontrarse con sorpresas desagradables cuando uno los deja mucho tiempo sin comunicación.
Todo esto me ha hecho pensar en mi propio futuro, más bien en mi propia vejez ¿Cómo será? ¿Iré a llegar con mis capacidad intelectuales intactas o se me escaparán los enanitos pa'l bosque como dice una amiga?
No veo mi futura vejez con muy buenos ojos. No tengo hermanas apegadas a mi, tampoco tengo marido y menos hijos. No me quedará otra que un día tomar mis maletas y yo solita irme a internar en algún lugar. Eso sí, tiene que tener internet banda ancha y wi-fi de lo contrario ¿Cómo seguiré escribiendo? Porque pretendo escribir hasta el fin de mis días.
Comentarios
Pero bueno, como dije, no sé como es vivir una situación así, pero creo que no me gustaría enviar a mi madre o abuela a un sitio como eso por muy enferma que este...
Que diablos, cada familia ve sus cosas.
Suerte!