Ser o... Mandarse a Cambiar...

Durante el último tiempo las cosas no van bien en la empresa que trabajo. Todo va de mal en peor y me siento cada día más fuera que dentro de la empresa.

Una de las cosas que han gatillado todos los problemas es el ingreso de un nuevo gerente quien ha tratado de imponer un estilo muy distinto al que todos estábamos acostumbrados.

Despidos, renuncias, nuevas contrataciones que no duran más de algunos meses ha sido el resultado final.

Uno de los graves problemas es que insisten en contratar alumnos recién egresados. Algunos pensaran que eso es bueno porque así se les integra al mundo laboral. Yo también lo encuentro bueno, pero cuando son alumnos de Colegios Industriales, que no tienen más de 19 años, sin carácter para lidiar con proveedores, sin experiencia. La cosa cambia.

A lo mejor si tuvieran un buen jefe que los guiara, les enseñara, los moldeara a su imagen y semejanza, la cosa sería distinta. Pero no es así. Dejan que hagan lo que quieran y como quieran.

Pero ayer pasó algo que me hizo reflexionar sobre mi estadía en esta empresa.

Me llamó el Gerente General a su oficina. Jamás en dos años y medio me había llamado, así que supuse que no era nada bueno.

Me increpó porque yo habría atendido mal a una persona que fue el viernes a verlo cuando él no estaba. Peor aún, le habría dicho a esa persona que no conocía al Gerente General. A mi lado estaba su secretaria que tenía los ojos tan abiertos como los míos e interrumpió la conversación "Disculpe, pero ella me avisó que el señor XX venía a una reunión con usted y yo bajé a atenderlo, le expliqué que usted no estaba..." Más se enojó el personaje porque no habíamos detenido el avión en el que viajaba a esa hora rumbo a Mendoza para avisarle que el señor XX lo buscaba.

Mal, todo mal. 

El incidente me hizo evaluar qué tanto conoce y valora mi trabajo. Me di cuenta que si fue capaz de llamarme para increparme de esa manera, es porque no confía en mi trabajo.

Ni yo ni nadie puede trabajar con alguien así. Yo necesito que el jefe y gerente confíe en mi trabajo, que sepa el nivel de profesionalismo con el cual me desempeño. Con esto me quedó claro que en su caso después de dos años y medio, no está conforme con mi trabajo.

Así que en la noche comencé lentamente a preparar mi CV y a buscar otro trabajo. No me iré por más dinero, eso lo tengo claro, pero me iré a buscar un lugar donde me reconozcan y valoren lo que hago.

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