Cómo sobrevivir a un tonto amor sin morir en el intento

Me he tomado un receso largo. Más largo de lo que tenía presupuestado.

Pero hoy ya es hora de retomar y comenzar porque lo que les voy a contar es una de esas tantas historias tontas, pero en las que involucro todo mi corazón.

Me enamoré como una tonta (obvio ¿les cabe alguna duda?) de un hombre que (obviamente) no merecía que lo amara tanto.

Voy a tratar de resumir porque la historia comenzó en Julio del año pasado más o menos ¿Recuerdan a Mister M.? ¿El que me dejó después de pocas semanas para volver con su ex? Pues bien, él volvió a las pocas semanas. No conté nada porque quería mantenerlo así: en el anonimato total hasta que fuese hora.

Mister M. es un ser muy especial: habla lindo, tiene la manía de hacerte coaching cada vez que hablas con él, puede ser muy dulce, pero muy firme también con sus convicciones. Es capaz de monologar largo rato sobre las fuerzas positivas que reinan en este mundo y cómo sacar partido de ellas para ser feliz.

Me deslumbré con esa luz que irradiaba. Pero desde febrero de este año las cosas comenzaron a cambiar y entre la ex novia, sumado a su manía de buscar mujeres con grandes posiciones sociales, me fui desencantado lentamente. Hasta que vino la explosión.

Claro, sin esa explosión yo no estaría contandoles todo esto.

Tuvo que viajar por negocios fuera de Chile, y volvió con la novedad que debía ir a radicarse allá, que tenía todo preparado, incluso hasta una mujer que lo espera ansiosa.

¡Todo eso en una semana! Yo no sé en qué mundo vivo que las cosas se hacen tan rápido hoy día. Te enamoras y te desenamoras con tal rapidez, como si fuera un mero trámite.

No pude con todo esto, después de muchas conversaciones que me saliera con este pastel, fue mucho para mí. Entré en crisis de llanto por dos días. Pero me sirvieron un kilo.

Entre pañuelo y pañuelo (desechables, obvio) fui analizando la seudo relación que habíamos tenido. Más que la relación fui analizando sus reacciones, sus acciones, sus palabras y su proceder.

¡Qué desilusión me llevé al final del ejercicio!

Decidí no volver a hablarle. Pero yo soy una mujer difícil de olvidar, digamos la verdad: los hombres que pasan por mi cama (o yo por la de ellos) quedan marcados y vuelven una y otra vez.

Hoy tuvo la mala ocurrencia de volver a hablarme y escupí las palabras. Textual: las escupí, no las dije.

Nosotros solíamos hablar a través de messenger, así que tenía una buena cantidad de sus conversaciones grabadas. Grande fue su sorpresa cuando me insistía en que jamás había dicho esto o aquello y yo iba copiándole sus palabras en la pantalla. Lo más cómico es que no lo reconocía, trataba de buscar la fórmula matemática para escapar mientras mi semántica volaba detrás de él.

¿Resultado final? Me siento livianita, liberada de él, lista para comenzar de nuevo. Sin esa presión que tenía cada vez que hablabamos.

Una parte de mí está feliz por él. Iniciará una nueva vida, lejos de mí... bue... no tan lejos, tiene que venir a Chile cada dos semanas... Olvidemos esa parte y hagamos de cuenta que está lejos. ¿Si?

Pero hay otra parte que aún está muy dolida porque no puede entender que la magia se haya acabado.

Comentarios

Nekki dijo…
Mmmm pues no sé, asì como lo cuentas... da la sensación que la supuesta mágia nunca fue... si tenía dramas contigo porque estaba enrollado con la ex y luego te dejo por ella y luego volviò, no fue precisamente por amor, sino que para no sentirse solo, esa es la sensaciòn que me provocò leerte ahora... osea, al final aunque te haya hecho mil promesas, en los actos nunca demostró nada... que diablos, mejor que te lo sacaras de encima...

Osea al final siento que nunca se la jugo por tì de verdad... y las palabra, pues chiquillas, las palabras se las lleva el viento...una cosa que me ha enseñado tener años de chatera, es nunca creerle a nadie lo que dice por msn, al final es como el papel y aguanta mucho pero de ahì a que sea verdad... un abismo... todos tenemos mascaras frente a la pantalla... pero que diablos, por lo menos pudiste lanzarselo a la cara al muy canalla...

Alegrate! te sacaste de encima, tremendo pastel... ya llegarà el indicado.

Saludos y suerte!

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