¡Qué dificil es ser YO!
A veces me canso de ser yo y pienso ¿Serán todas las mujeres tan complicadas?
Despiértate pensando en qué te vas a poner, levántate tratando de tener cara digna, toma desayuno cuidando de no comer de más porque los años ya te han regalado suficientes kilos extras como para aumentarlos. Sale de casa con una sonrisa y maneja hasta la oficina rezando para que niun tipo te tire el auto encima y te choque, o que ni un peatón descuidado se te cruce por delante antes que puedas reaccionar.
Estaciónate en un lugar lejos de camionetas, ladrones y gente malintencionada que pueda rayarte, chocarte o robarte el auto. Reza durante el día para que en la tarde el auto se encuentre en el mismo lugar, sano y salvo.
Durante el día pon tu mejor sonrisa, sonríe porque sí y sonríe porque no. Total, lo que importa es que todos te vean feliz, porque la felicidad es parte de la imagen empresa que hay que reflejar a todo aquel que cruce la puerta de entrada. Sin importar quien sea.
Viste de tacones altos, que no sólo son tu orgullo, sino que compiten son los toscos tacos bajos del resto de mujeres. Zapatos distinguidos versus zapatos corrientes.
Asegúrate de tener siempre puesta tu chaqueta de corte impecable, con lindas blusitas debajo que esconden hábilmente el martirio del uso de fajas para que nada quede fuera de lugar. Sufre con el calor del verano y muere con frío del invierno.
Compra joyas con los diseños más vanguardistas para que no se vean corrientes, que nadie piense que te compras baratijas de la calle, aunque por el precio estén cerca de serlo.
Cambia de cartera, no sólo por el color de lo que llevas puesto el día de hoy, sino para que no se note pobreza. No importa que sean o no finas carteras de cuero: lo que importa (igual que con las joyas) es el diseño. Nada que se vea en forma corriente.
Explícale a los hombres que te acosan que tienes tu agenda copada este fin de semana, pero que a lo mejor el próximo podrás salir con ellos. Sólo como una forma más amable de decirles que realmente no quieres su compañía y que no soportas la idea que te pongan un dedo encima. Porque al final prefieres la tranquilidad de tu habitación, viendo tele, acompañada por tu gata regalona y un trago en la mano.
Aguanta hasta el cansancio las mentiras de las personas que te importan, sólo por eso, porque te importan. Aún sabiendo que la mitad es mentira y la otra... quizás.
Desvívete por tus amigos, porque consideras que no hay mejor regalo que la amistad. Envíales correos en vez de llamadas telefónicas, porque el correo te permite decir lo que sientes, en cambio las llamadas telefónicas nunca fueron tu fuerte. A lo mejor si hubieses tenido teléfono en tu casa desde tu adolescencia podrías entender eso de quedarte pegada horas hablando con tu mejor amiga o novio de turno.
Preocúpate de esos detalles que aparentan ser tontos, pero que al final son los que hacen la diferencia entre una simple reunión de amigas a una gran reunión de amigas.
Dale a tus amigos regalos simples, pero hechos con el corazón. Trata de hacer realidad sus sueños, pero sino puedes ¡No importa! Ríe con ellos pensando en lo que hubiese pasado si hoy fueras astronauta o estuvieses cuidando tu cultivo de Choros Zapatos en el Lago Chungará.
Levántate, arréglate, come, conduce, trabaja, habla, piensa, sueña... Soporta, tolera, comprende, ama, sonríe... Llora cuando sea necesario, y si no lo es... hazlo igual, pero que no se note tanto.
Es difícil, pero no imposible.
Es agotador, pero aún así ¡¡Amo ser YO!!
Despiértate pensando en qué te vas a poner, levántate tratando de tener cara digna, toma desayuno cuidando de no comer de más porque los años ya te han regalado suficientes kilos extras como para aumentarlos. Sale de casa con una sonrisa y maneja hasta la oficina rezando para que niun tipo te tire el auto encima y te choque, o que ni un peatón descuidado se te cruce por delante antes que puedas reaccionar.
Estaciónate en un lugar lejos de camionetas, ladrones y gente malintencionada que pueda rayarte, chocarte o robarte el auto. Reza durante el día para que en la tarde el auto se encuentre en el mismo lugar, sano y salvo.
Durante el día pon tu mejor sonrisa, sonríe porque sí y sonríe porque no. Total, lo que importa es que todos te vean feliz, porque la felicidad es parte de la imagen empresa que hay que reflejar a todo aquel que cruce la puerta de entrada. Sin importar quien sea.
Viste de tacones altos, que no sólo son tu orgullo, sino que compiten son los toscos tacos bajos del resto de mujeres. Zapatos distinguidos versus zapatos corrientes.
Asegúrate de tener siempre puesta tu chaqueta de corte impecable, con lindas blusitas debajo que esconden hábilmente el martirio del uso de fajas para que nada quede fuera de lugar. Sufre con el calor del verano y muere con frío del invierno.
Compra joyas con los diseños más vanguardistas para que no se vean corrientes, que nadie piense que te compras baratijas de la calle, aunque por el precio estén cerca de serlo.
Cambia de cartera, no sólo por el color de lo que llevas puesto el día de hoy, sino para que no se note pobreza. No importa que sean o no finas carteras de cuero: lo que importa (igual que con las joyas) es el diseño. Nada que se vea en forma corriente.
Explícale a los hombres que te acosan que tienes tu agenda copada este fin de semana, pero que a lo mejor el próximo podrás salir con ellos. Sólo como una forma más amable de decirles que realmente no quieres su compañía y que no soportas la idea que te pongan un dedo encima. Porque al final prefieres la tranquilidad de tu habitación, viendo tele, acompañada por tu gata regalona y un trago en la mano.
Aguanta hasta el cansancio las mentiras de las personas que te importan, sólo por eso, porque te importan. Aún sabiendo que la mitad es mentira y la otra... quizás.
Desvívete por tus amigos, porque consideras que no hay mejor regalo que la amistad. Envíales correos en vez de llamadas telefónicas, porque el correo te permite decir lo que sientes, en cambio las llamadas telefónicas nunca fueron tu fuerte. A lo mejor si hubieses tenido teléfono en tu casa desde tu adolescencia podrías entender eso de quedarte pegada horas hablando con tu mejor amiga o novio de turno.
Preocúpate de esos detalles que aparentan ser tontos, pero que al final son los que hacen la diferencia entre una simple reunión de amigas a una gran reunión de amigas.
Dale a tus amigos regalos simples, pero hechos con el corazón. Trata de hacer realidad sus sueños, pero sino puedes ¡No importa! Ríe con ellos pensando en lo que hubiese pasado si hoy fueras astronauta o estuvieses cuidando tu cultivo de Choros Zapatos en el Lago Chungará.
Levántate, arréglate, come, conduce, trabaja, habla, piensa, sueña... Soporta, tolera, comprende, ama, sonríe... Llora cuando sea necesario, y si no lo es... hazlo igual, pero que no se note tanto.
Es difícil, pero no imposible.
Es agotador, pero aún así ¡¡Amo ser YO!!
Comentarios