Enfermera Virtual

No sé si a Mister Right se le está pasando la mano, si yo me estoy pasando un rollo o ambos estamos mal.

La dependencia emocional a la cual nos estamos acostumbrando está llegando a tal punto que la semana pasada, muy temprano en la mañana, me avisó que estaba enfermo:

MR: Estoy con 38º de temperatura
YO: ¿¡Pero cómo tanto!? Tienes que ir al médico ahora ya.
MR: Por eso te estoy llamando ¿A qué médico tengo que ir?

"¡Hombres!- pensé - ¡Ni enfermos sabes qué hacer!"

YO: Mira, el día está nublado y hace mucho frío, dame algunos datos tuyos y te mando un médico a domicilio para que no salgas a enfriarte.
MR: Perfecto, no sé cómo me resfrié tanto. Me dijeron que lo mejor para mejorarse del resfrío era transpirar, así que ayer me fui al gimnasio y estuve una hora haciendo spinning...

No quize escuchar más ¡Cómo tan tonto! Lo reté, es que no puede ser tan estúpido como para ir a transpirar al gimnasio, luego se dió una ducha en el gym, se subió a la moto y se refrescó con el aire nocturno de Santiago que, como saben, en esta época del año es bastante frío aún.

¿Cómo no iba a amanecer volándose en fiebre?

Bueno, hice todas las gestiones que el angelito no sabía hacer y lo vió un doctor antes de medio día.

YO: ¿Qué te dijo el doctor?
MR: Me dió tres días de licencia, dijo que tengo influenza. Oye ¿Me pagan esos tres días de licencia? Porque si no me los pagan me voy a trabajar...
YO: ¿No te dice nada la sigla AH1N1? ¡No puedes ir a trabajar así!
MR: Si, pero se me va a notar mucho a fin de mes... Además que los últimos días en España me lo compré todo con la tarjeta de crédito y tengo que pagar...

Ok,¿No se supone que las mujeres hacemos ese tipo de irresponsabilidades con nuestras tarjetas de crédito? ¿Estoy escuchándo bien o ese es su lado femenino?

YO: Mira, tienes 48 horas para ir a dejar la licencia al trabajo
MR: La voy a ir a dejar yo
YO: Pero sigues enfermo
MR: Ya me siento mejor, me tomé los remedios y ya me bajó la temperatura
YO: Prométeme que no te vas a quedar trabajando
MR: No, voy y me regreso al depa

Buen niño. Ya era la hora de almuerzo así que me fui a almorzar tranquila, pensando en que el nene había ido de una carrera a dejar la licencia y volvería una hora después. Lo mismo que me demoro en almorzar.

MR: No viniste...
YO: ¿Perdón?
MR: Pensé que ibas a venir a ver cómo estaba tu enfermo a la hora de almuerzo
YO: Pero me dijiste que ibas a dejar la licencia...
MR: Sí pero no fui y pensé que, a lo mejor, ibas a venir a verme

Ufff, ¡Qué agotador se puso! Me estaba hablando igual que un niño mimado por su mamá. Y la culpable de todo era yo por mimarlo. Ahí le hice la pregunta que tenía en la punta de la lengua desde la mañana y que no había hecho para no importunarlo:

YO: ¿Y tu novia?
MR: No sé... trabajando supongo...
YO: ¿No sabe que estás enfermo?
MR: No, la verdad es que no hablo con ella desde la semana pasada

No le dije nada más porque la siguiente pregunta era obvia "¿Y tu mamá?" Pero ya no quería escuchar más tonteras.

Así, de pronto, me dí cuenta de la dependencia emocional que tenemos entre ambos. Comienza con un correo por la mañana y podemos terminar el día con más de 60 correos.

¿Mi nuevo mejor amigo?