Mi Cielo - Tu Cielo
Hace como una semana atrás, una amiga se refirió a la cruda realidad que es ir creciendo e irse transformando en la generación “vieja” de la familia. Con esto también comenzó el debate de cómo sería la vida después de la muerte.
Más bien, cómo sería nuestro Cielo Personalizado. Ese pedacito de Edén hecho a nuestra propia medida.
Mi Cielo Personalizado tendría que ser una pequeña isla caribeña, con aguas cálidas, sin nubes en el cielo, con brisa suave durante todo el día, con una silla de playa dentro del mar donde poder tomar sol mientras el mar baña mis pies con su suave oleaje, con una pequeña mesita para dejar el pisco sour siempre helado y un notebook para conectarme a través del Cyber Sky Web al Cielobook con mis amigas y escribir en el Skyblog mis historias que se llamarían algo así como Soltera después de la Muerte.
Como es muy aburrido estar sola en medio del océano (por mucho que sea el océano del Cielo) tendrían que haber miles de islitas alrededor a las cuales uno pueda acceder fácil, digamos que en jetsky, yate, bote con motor fuera de borda… menos lanchón a remos porque sería mucho esfuerzo y la idea de estar en el Cielo es descansar.
Las otras islas debieran ser diseñadas a gusto del usuario, con canchas de esquí en algunos casos, con olas gigantes en otras, con granjas, etc.
También sería importante tener un par de islas comunitarias donde juntarse a tomar un trago, organizar una fiesta, obras de teatro, cine o simplemente ver en pantalla gigante qué es lo que pasa en la Tierra, donde está el resto de mortales.
Claro que también debiera haber un Infierno para las personas que no vivieron su vida en plenitud. Pero no voy a hablar del infierno porque no me lo imagino. Es que, como mi amiga jueza se ganó un juzgado por dos años, la tengo de candidata a la Terna de Jueces del Juicio Final.
Si sale nominada ¿para qué me preocupo por el Infierno si tengo el Cielo ganado?
Y como este tema de la muerte es tan recurrente entre la Moira y yo, hoy me llamó para pedirme un favor: lo que tengo que hacer el día que ella se esté muriendo. Es como que me haya dicho ahora cuál es su última voluntad, años antes que se muera claro está.
No voy a revelar cuál es la voluntad de mi amiga porque es personal entre ella y yo, pero yo le dije cuál sería mi última voluntad: Avisarles a ustedes que me morí, que me fui a Mi Cielo y que echaré de menos escribirles (el Skyblog es para los muertos no más) pero que feliz los estaré esperando en el más allá.
Entonces me acordé que la otra noche quedé pegada con el accidente aéreo del vuelo Air France y soñé que volvíamos de nuestras vacaciones de Brasil y el avión se caía en mitad de la cordillera, igual como el grupo de rugbistas Uruguayos hace años atrás y que sobrevivieron como 40 días.
“Ahh no!!!!” me dijo la Moira “Yo no te pienso comer!!!!”
Más bien, cómo sería nuestro Cielo Personalizado. Ese pedacito de Edén hecho a nuestra propia medida.
Mi Cielo Personalizado tendría que ser una pequeña isla caribeña, con aguas cálidas, sin nubes en el cielo, con brisa suave durante todo el día, con una silla de playa dentro del mar donde poder tomar sol mientras el mar baña mis pies con su suave oleaje, con una pequeña mesita para dejar el pisco sour siempre helado y un notebook para conectarme a través del Cyber Sky Web al Cielobook con mis amigas y escribir en el Skyblog mis historias que se llamarían algo así como Soltera después de la Muerte.
Como es muy aburrido estar sola en medio del océano (por mucho que sea el océano del Cielo) tendrían que haber miles de islitas alrededor a las cuales uno pueda acceder fácil, digamos que en jetsky, yate, bote con motor fuera de borda… menos lanchón a remos porque sería mucho esfuerzo y la idea de estar en el Cielo es descansar.
Las otras islas debieran ser diseñadas a gusto del usuario, con canchas de esquí en algunos casos, con olas gigantes en otras, con granjas, etc.
También sería importante tener un par de islas comunitarias donde juntarse a tomar un trago, organizar una fiesta, obras de teatro, cine o simplemente ver en pantalla gigante qué es lo que pasa en la Tierra, donde está el resto de mortales.
Claro que también debiera haber un Infierno para las personas que no vivieron su vida en plenitud. Pero no voy a hablar del infierno porque no me lo imagino. Es que, como mi amiga jueza se ganó un juzgado por dos años, la tengo de candidata a la Terna de Jueces del Juicio Final.
Si sale nominada ¿para qué me preocupo por el Infierno si tengo el Cielo ganado?
Y como este tema de la muerte es tan recurrente entre la Moira y yo, hoy me llamó para pedirme un favor: lo que tengo que hacer el día que ella se esté muriendo. Es como que me haya dicho ahora cuál es su última voluntad, años antes que se muera claro está.
No voy a revelar cuál es la voluntad de mi amiga porque es personal entre ella y yo, pero yo le dije cuál sería mi última voluntad: Avisarles a ustedes que me morí, que me fui a Mi Cielo y que echaré de menos escribirles (el Skyblog es para los muertos no más) pero que feliz los estaré esperando en el más allá.
Entonces me acordé que la otra noche quedé pegada con el accidente aéreo del vuelo Air France y soñé que volvíamos de nuestras vacaciones de Brasil y el avión se caía en mitad de la cordillera, igual como el grupo de rugbistas Uruguayos hace años atrás y que sobrevivieron como 40 días.
“Ahh no!!!!” me dijo la Moira “Yo no te pienso comer!!!!”
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