Qué Fin de Semana!!!

¡Qué fin de semana más agotador! Pero fue rico a la vez porque entre tanta cosa que hice, se me hizo muy cortito.

Partí el viernes haciendo happy hour con las Divinas. Llegaron poquitas, no más que cuatro (incluyéndome) pero siempre es bueno encontrarse con un par, conversamos, nos reimos, nos tomamos unos traguitos, nos conversamos unos cigarritos, cantamos, escuchamos música, nos relajamos y lo que es mejor, nos sacamos el stress de encima.

Lamento que no hayan llegado más, pero también se entiende que no siempre se puede; los niños, el marido, el trabajo y la casa absorven mucho. Ojalá que para la próxima puedan ir un par más.

Llegué tarde y me levanté temprano, antes de las 08:30 horas yo ya estaba en la ducha preparándome para empezar el día. Me iban a pasar a buscar de la oficina (uno de mis jefes y algunos compañeros de trabajo) porque había un día de campo en Peñaflor, organizado por una compañía de seguros. Finalmente me pasaron a buscar como a las 14:00 horas.

Como soy una mujer preparada, había almorzado aquí en la casa, algo livianito, pero no iba con el estómago vacío como el resto, así que podía aguantar un par de horas más sin comer nada.

Fuimos hacer relaciones publicas, comimos un pedacito de carne, me tomé una whiskola y un buen vaso de mote con huesillos. Entre medio conocíamos gente y nos dábamos a conocer. Creo que no alcanzamos a estar dos horas y habíamos fijado una reunión para este martes. Con suerte cerramos un nuevo negocio.

Llegué de vuelta a la casa como a las 17:30 horas y me tiré en la cama... en eso estaba cuando a mi papá se le ocurrió que fuéramos a comer afuera. La noche estaba muy rica así que fuimos a un lugarcito que nos gusta mucho arriba, en el Cajón del Maipo. Cuando volvimos a la casa nisiquiera me detuve a encender el televisor: me saqué la ropa, me puse el pijamas y me tiré a la cama sin pensarlo: estaba exhausta y medio borracha por todo el alcohol consumido entre viernes y sábado.

Hoy me desperté tarde, quería pasar la tarde echada en la cama... pero tuve que salir a vitrinear... ¡¡autos!! como si no viera ni uno durante la semana y mi papá me saca a pasear para ver autos y más autos... ufff... bueno, al fin y al cabo a mi también me gustan y disfruté del paseo.

Con todo esto, el fin de semana se me hizo eterno y no hayo las horas de volver a mi rutina de trabajo normal.