La Misión
No, no es la película que, por lo demás, nunca vi entera porque me aburría a la mitad. Tampoco es una misión religiosa ni mucho menos.
El viernes estaba entre atareada y relajada en el trabajo, pensando que ese era mi último día antes de comenzar mi periodo de vacaciones. Estaba mi mente volando por las nubes pensando en todas las cosas que quiero hacer en estas dos semanas y que, posiblemente, no alcance hacer.
Entonces, como un chispaso de lucidez, se me ocurrió la idea de tirarme en parapente desde el Cerro Dragón en Iquique.
Mi mente al fin se había iluminado con una buena idea, con algo distinto, con algo que me haría botar toda la adrenalina acumulada por años. La idea de verme corriendo con buzo y casco de lo menos sexy que hay en el mundo, pero gritando "Fly Quique!!" mientras el viento comienza a elevarme me sedujo como hacía mucho tiempo no lo hacía ninguna de mis locas ideas.
Contacté por internet un club de parapentistas que me pareció serio y hace poco rato me confirmaron que el sábado a las 10:30 de la mañana pasan por mi al hotel para llevarme al lugar de salto.
¡Estoy emocionadísima! Dicen que volar en parapente es lo más parecido a volar como un pájaro. Bueno, está claro que mi mente siempre anda volando, pero no es lo mismo si, además, me acompaña mi cuerpo.
Tengo seguro de vida en la empresa, otro seguro de vida adicional... todo listo para lanzarme a la vida una vez más.
P.D.: si el próximo lunes no escribo es porque estoy hospitalizada después de caer estrepitósamente desde las alturas o porque, simplemente, no resistí la caida... me gustan las flores... recuérdenle a mi familia que me pongan el traje de baño que me costó un ojo de la cara, mis botas vaqueras compradas en Uruguay y la revista argentina con mi entrevista. Gracias!!!
El viernes estaba entre atareada y relajada en el trabajo, pensando que ese era mi último día antes de comenzar mi periodo de vacaciones. Estaba mi mente volando por las nubes pensando en todas las cosas que quiero hacer en estas dos semanas y que, posiblemente, no alcance hacer.
Entonces, como un chispaso de lucidez, se me ocurrió la idea de tirarme en parapente desde el Cerro Dragón en Iquique.
Mi mente al fin se había iluminado con una buena idea, con algo distinto, con algo que me haría botar toda la adrenalina acumulada por años. La idea de verme corriendo con buzo y casco de lo menos sexy que hay en el mundo, pero gritando "Fly Quique!!" mientras el viento comienza a elevarme me sedujo como hacía mucho tiempo no lo hacía ninguna de mis locas ideas.
Contacté por internet un club de parapentistas que me pareció serio y hace poco rato me confirmaron que el sábado a las 10:30 de la mañana pasan por mi al hotel para llevarme al lugar de salto.
¡Estoy emocionadísima! Dicen que volar en parapente es lo más parecido a volar como un pájaro. Bueno, está claro que mi mente siempre anda volando, pero no es lo mismo si, además, me acompaña mi cuerpo.
Tengo seguro de vida en la empresa, otro seguro de vida adicional... todo listo para lanzarme a la vida una vez más.
P.D.: si el próximo lunes no escribo es porque estoy hospitalizada después de caer estrepitósamente desde las alturas o porque, simplemente, no resistí la caida... me gustan las flores... recuérdenle a mi familia que me pongan el traje de baño que me costó un ojo de la cara, mis botas vaqueras compradas en Uruguay y la revista argentina con mi entrevista. Gracias!!!
Comentarios
Suerte disfruta tus vacaciones yo no tengo buuu
Saludos y que lo pases chancho en tus vagaciones!
saludos!