Gripe de Verano

Finalmente la cena resultó mejor de lo que yo esperaba. Lo que yo no esperaba era enfermarme y comenzar con los síntomas esa misma noche.

A decir verdad, llegaron las que tenían que llegar.

Creo que las malas vibras, las malas palabras y todo eso quedó atrás apenas comenzaron a llegar las Divinas.

Fue bonito volver a verlas a todas en masa. Volver a ver a algunas olvidadas desde hacía mucho tiempo.

A media noche comenzó el dolor de cabeza y la Sole no andaba trayendo nada. Menos mal que la Vero sí y eso me calmó el dolor. Pero al otro día siguió, tomé otra pastilla y así me lo llevé todo el día.

Pero a la noche ya no me quedaban pastillas y el dolor era muy fuerte. Además vino acompañado de dolores de espalda. El domingo por la mañana me levanté como pude y salí a comprar algo para el dolor y se me pasó un poco. Pero igual seguí así el día lunes y martes.

El miércoles era el día de la secretaria y esta vez nos llevaron a una tarde de spa con masaje, piscina temperada, sauna, baños turcos y todas esas cosas que nos vuelven locas a las mujeres. Fui feliz en el agua, se me pasó el dolor de cabeza, con los chorros de agua apuntándome hacia mi espalda adolorida, la zona de los riñones y todo eso.

Hasta que llegó la hora de mis masajes.

Les juro que yo no sé qué le hice al Gerente General para merecer eso. O la mina estaba enojada con alguien o me agarró mala de entrada. Es que esos no fueron masajes, más bien parecía tortura: me apretaba el cuello como si quisiera asfixiarme, luego me agarraba los hombros y me apretaba con mucha fuerza y repetía una y otra vez "Muchos nudos niñita, muchos nudos, tienes los músculos hechos nudos" Y yo sufría en la camilla boca abajo como tonta.

Claro que sufría como tonta, si perfectamente le pude decir a la yegua que parara, que me dolía. Pero mi orgullo me hacía quedarme ahí sufriendo como tonta.

Cuando pasó la hora del calvario me llevó a un sector de saunas. Fui a entrar a la primera cabina, abrí la puerta: puras viejas gordas ¡¡¡y en pelota!!!

Me asusté, cerré la puerta y fui hacia la puerta número dos: viejas gorda ¡¡¡también en pelotas!!!

Veamos, yo no soy muy pudorosa que digamos, no tengo problemas en desvestirme frente a la masajista, frente al médico, frente a la enfermera... incluso frente al dentista... pero empelotarme frente a una tropa de viejas gordas, feas y desconocidas es otra cosa.

Me escabullí escaleras abajo hasta encontrarme con otra compañera y con ella pude ser feliz, quedarme con el traje de baño puesto y entrar a un sauna desocupado. Sin viejas gordas, feas y en pelotas.

Al otro día no me podía mover. Me dolía hasta la uña del dedo chico del pie. La cabeza me iba a estallar y sentía que no podía respirar muy bien.

Como nací para martir, fui a trabajar igual y aguanté todas las horas de trabajo estóicamente.

En la tarde yo era un estropajo que daba pena.

Cuando llegué a mi casa lo único que hice fue dormir. Me hizo bien, pero por ahí me dí cuenta que lo que tenía era gripe. Es la única enfermedad que conozco que viene con dolores musculares y articulares. Nunca fui al médico, sólo esperé que se me pasara solito.

Y así estamos, en fin de semana largo esperando que la gripe termine de pasar. Sí me siento mucho mejor y espero estar aún mejor para mañana.

La pregunta de rigor ¿En qué momento me agarré la gripe, antes o después de la cena?

¿O habrá sido "mal de ojo"?

Comentarios

Nekki dijo…
Yo creo que antes...jajajajaj

Saludos!
Nekki dijo…
Por si aca te envié un correo a tu face pa' lo de la entrada...

Saludos!
Anónimo dijo…
Jeje... lo del masajista ya me lo sabía... pero te diré una cosa: si el fisio no te hace daño y mucho... no te arregla nada. Lo sé por experiencia. Hace poco me tiré dos meses yendo a uno que muy relajante, nada de dolores... y los nudos ahí seguían. Los buenos empiezan por decirte: "no te sientas mal si te cagas en mi padre: soy un profesional" Y te quitan los nudos.

Apuesto por que fue antes.(la gripe)
un abrazo

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