Somos o no somos amigos?

Esa era la frase típica después de las 4 de la mañana, cuando las copas se nos habían subido a la cabeza y jurábamos que nada ni nadie nos podría separar.

Los años pasan, la gente también. Pero los amigos verdaderos están destinados a quedarse a tu lado, deben quedarse ahí y no distanciarse más de la cuenta.

El viernes por la noche fui hacer una visita especial: Estaba de cumpleaños una vieja amiga y realmente quería mucho verla y estar ahí. A pesar que no me había llegado una invitación formal, yo sabía que podía llegar, que la puerta siempre está abierta para mi.

Pero no quería llegar así no más, así que preparé toda una performance para sorprenderla y, de paso, sorprender a todos.

Como en los viejos tiempos, busqué un buen disfraz para llegar y darle una sorpresa. No tenía muchas ideas en la cabeza hasta que, de pronto, se me iluminó y busqué la forma de disfrazarme de servicio doméstico, de "Nany".

Finamente vestida con una mini falda negra, medias negras, zapatos taco aguja negros, blusa negra, un pequeño delantal blanco y una cofia blanca, me aparecí alrededor de las 11 de la noche, pidiendo discúlpas por la demora, pero el tráfico no me había dejado llegar antes a atender las visitas.

Se morían de la risa mientras yo, muy seria, les explicaba que con esto de la crisis financiera no me había quedado otra que salir hacer un "pitutito" para poder sobrevivir.

Estuvo todo bien, había un par de personajes que no veía hacía muchos años ya. Más viejos todos, pero bien en general.

Me quedé pensando mucho rato en la razón por la cual no llamo más a mis amigos, por qué no los voy a ver más seguido, por qué muchas veces rehuyo invitaciones y otras cosas. No sé, quizás me da verguenza que me vean siempre en el mismo lugar mientras otros avanzan a pasos acelerados.

Este último tiempo he aprendido a observar más a las personas, a verlas como realmente son y me he quedado muy impresionada con dos. Ambas muy católicas, participan o han participado en grupos de iglesia y esas cosas que a mi me cuestan tanto. Sin embargo, ninguna de las dos es capaz de perdonar y en sus vidas diarias hacen todo lo contrario de lo que predican.

¡Qué pena! Yo no rezo nunca, no sé rezar, tampoco sé muy bien lo que es meditar pues, cada vez que me dispongo a ello, mi cabeza se va para cualquier parte y termino escribiendo una novela o imaginándome una película. Definitivamente admiro a las personas que son capaces de pasar un minuto pensando en lo mismo, porque yo no puedo.

Bueno, volviendo a lo que decía, prefiero no rezar pero ser consecuente con mis pensamientos a rezar un rosario todos los días y no ser capaz de pedir perdón.

Al final de cuentas ¿somos o no somos amigos?

Comentarios

RAHM dijo…
prefiero las cosas directas al doble estándar, aunque quizá esto último a veces nos puede ser útil,
yo también creo a veces que no avanzo, pero mis amigos siguen siendo mis amigos, saben mis debilidades y fortalezas y yo sé las de ellos...
cuidate...
p.d. en verano necesitaré una nana, si te interesa... ;)
Nekki dijo…
Jajajaja, manerita de sorprenderlos, y yo que te creia más timida...

Los amigos... yo creo que en eso, la frase es:de lo bueno poco...

Al final el mejor amigo/a estará ahì cada vez que lo necesites sin necesidad de que tengas que llamarlos o verlos.

El mejor amigo/a es aquella persona que es incondicional aunque no te haya visto hace años... bueno por lo menos eso creo...

Y de esos hay muy pocos... así que hay que valorar al millón de amigos en su justa medida no mas...

Saludos y suerte!

Entradas populares