El Arbol de Navidad

Mientras más grande el árbol: mejor, más ostentación en cada casa.
Este año en mi casa decidimos dar de baja el antiguo árbol de Navidad que medía casi 3 metros para comprar uno más austero de 2 metros solamente.
Es que los niños ya están grandes y no se tragan el cuento de los regalos. Es más, hace año ya que saben la verdad del origen de los regalos
Hace como tres semanas atrás mi mamá comenzó con la cantinela "Este año hay que comprar un árbol nuevo porque el viejo ya no sirve" Con mi papá nos mirábamos, nos encogíamos de hombros y decíamos "Ok"
Pero no nos enterámos hasta el domingo por la noche que mi mamá lo que quería decir era "¿Quién puede comprar un árbol nuevo porque yo no tengo para comprar uno?"
Y quedó la escoba.
Le dije que yo iba a comprar uno. Que mejor hubiese dicho antes para haber estado mejor preparada, pero que habían muchos lugares donde comprar un árbol así que no se preocupara.
Y ahí saltó mi mamá, siempre con la convicción que tiene la razón más absoluta "No hay árboles de Navidad, están agotados"
Claro, porque tomando en consideración que en Chile los árboles y adornos de Navidad comienzan a venderlos la primera semana de Noviembre, es difícil encontrar "algo decente" la segunda quincena de Diciembre.
Partí ayer después del trabajo convencida que encontraría miles de árboles a la venta: todos de un elegante plástico de origen Chino.
Caminé más que Kung Fu.
¡¡No quedaban árboles!!
Recorrí la Seca y la Meca, en todas las tiendas la respuesta era la misma "Están agotados y no llegan más hasta la próxima temporada"
Era una pesadilla, no podía llegar a la casa sin árbol. De tanto andar pensé que mi mamá iba a tener que conformarse con poner nuevamente el viejo árbol y la próxima temporada salir a comprar uno nuevo.
Pero mi orgullo es más fuerte, sobre todo en estas situaciones: le había prometido un árbol nuevo a mi hermana chica y yo iba a llegar con uno, así fuese lo último que hiciera.
Terminé en una Feria Navideña, comprando el árbol más grande que encontré, por mucho menos precio que en el comercio normal. Claro, no es el super árbol, no es tan frondoso como el que teníamos y el verde... bue... el color es lo de menos si se adorna bien.
Llegué a la rastra a mi casa con el famoso árbol. Lo puse en el suelo y con cara de triunfo le dije a mi hermana chica "Ahí está el árbol para que mañana lo armes"
Mi mamá no podía creer que había conseguido un árbol, me hizo mil preguntas que no contesté, más bien me disculpé por si lo encontraba ordinario.
Hoy llegué a la casa dispuesta a escuchar todo tipo de quejas con respecto al árbol, que era feo, que era chico, etc. ¡Sorpresa! lo habían sacado de la caja, lo habían armado pero no le habían puesto aún los adornos. Ni una palabra en contra del pobre arbolito. Al contrario, muy entusiasmados en que mañana le pondrán los adornos.
Obvio, si el viejo lo habían botado el año pasado ¿Qué más iban hacer?
No es un árbol Navideño de rancio abolengo, no es un Pino Insigne, tampoco un Pino Radiata... a lo más es un Pino Chino, pero bue... es lo que hay.
Comentarios
Bueno, así es navidad...jajajaj