Año Nuevo

Este fin de año se está comportando tan mal como el año entero.

Muchos se preguntarán ¿qué tuvo de malo este año?

Pues lo tuvo casi todo, fueron muy pocas cosas buenas que me ocurrieron.

Veamos el ámbito laboral: a principio de año estaba todo bien, la empresa se veía pujante y todos trabajábamos hacia la misma meta. Éramos felices, a pesar que siempre había problemas de uno u otro tipo, pero los superábamos sin mayores problemas.

Hasta que llegó la auditoría y descubrí que no todo era como lo decían los jefes. Resultado de todo esto fue que soy la única sobreviviente de el equipo que partió el año. Más de 10 personas fueron removidas, no sólo de sus puestos sino que de la empresa también. ¿Por qué sobreviví yo? No lo sé, pero aquí sigo resistiendo, adaptándome a las nuevas personas y a las nuevas instrucciones.

Después tenemos el ámbito personal-amoroso. Un desastre. Partió todo bien con Mister Right hasta que se le ocurrió dejarme por otra. Apareció el Pelao y dio vuelta mi vida, mi corazón, todo mi mundo. ¿Y para qué? Pues para nada, sólo para dejar a su paso soledad y devastación.

Por último hablemos de lo personal-familiar. ¿Cómo lo puedo resumir? Digamos que, una vez más, mi mamá nos dejó solos, tan solos que esta noche ni siquiera habrá cena pues no compró nada ni se preocupó de nada.

Me resignaré a comer lo que haya dentro del refrigerador a las 10 de la noche, luego probablemente nos iremos cada uno a su dormitorio a ver tele o lo que sea. Para cuando den las 12 de la noche nos abrazaremos con un frío “Feliz Año Nuevo” para luego irnos a dormir.

A todos ustedes les deseo lo mejor para este nuevo año, que todos vuestros deseos se cumplan, que el nuevo año sea miles de millones de veces mejor que este que nos está dejando.

Mi deseo personal: que el próximo año sea un poquito mejor que este.

Sólo con eso ya sería feliz.