Receso

Me voy por un tiempo. Dejo de escribir.

No es que lo vaya hacer en forma definitiva, sino que necesito dejar de escribir por un tiempo. Es que mi mundo está de cabeza y no logro volver a poner los pies en tierra.

A lo mejor me ayuda el dejar de escribir, el dejar que mis emociones busquen otro camino de escape. A lo mejor debo comenzar a buscar nuevas formas de comunicarme. Usar más la palabra hablada y no tanto la escrita. ¡Me cuesta tanto expresar lo que siento y lo que pienso! Este blog ha sido por tres años mi escape, la válvula con la que mis emociones salen de mi corazón y puedo seguir tranquila.

Más de alguna vez se lo he dicho a la Cata: cuando mi corazón está latiendo a mil por horas, me siento, escribo y es como si me quitara un tremendo peso de encima. Puedo ver mis problemas desde otro punto de vista, recibo vuestros consejos, los leo, los estudio, trato de seguirlos, de entenderlos y entender a su vez lo que me pasa y todo lo mal que hago.

Pero ahora es diferente, no puedo expresar lo que siento ni lo que me pasa.

A lo mejor me afectó más de la cuenta los comentarios que me hicieron cuando escribí Cabeza y Sombrero.

Por lo mismo sé que debo detenerme, debo buscar dentro de mi la paz que perdí.

Sé que ustedes comprenderán, no sé si me apoyarán esta vez, pero es lo que siento que debo hacer.

Aunque mis ojos se vean nublados por la tristesa de detenerme.