Mucho Pisco Sour
Todos saben que me encanta el pisco sour. Eso no es un misterio para nadie. Podría tomarme tres o cuatro pisco sour seguidos sin ningún problema.
Pero la semana pasada me pasé de copas hasta el punto de estar a las 9 de la mañana trabajando borracha.
Pero la semana pasada me pasé de copas hasta el punto de estar a las 9 de la mañana trabajando borracha.
Bien, digamos las cosas como son: no estaba borracha lo que se dice borracha, sólo con una resaca de esas que te hacen ver la tapa del baño desde arriba. Cuando estás en tu casa no hay problema, pero cuando estás en el trabajo...
Todo partió el martes cuando la Ale me llamó para juntarnos a comer algo. Obvio que apenas comimos pero tomamos unos traguitos. Yo por mi parte fui fiel a mis gustos y me mandé pisco sour y medio que estaba delicioso.
El miércoles tenía una comida con la gente de la oficina. Mi jefe había hecho reservas en el Akai Sushi para comer. Llegamos, nos sentamos, pedimos y nos encontramos con la sorpresa que no vendían ningún tipo de alcohol. Y de Rodrigo ni la sombra.
Yo "Oye Fran ¿tai' segura que la cosa es aquí?
Fran "Sí, si Rodrigo hizo la reserva ¿no leíste el correo?"
Yo "Sí, leí el correo que decía que no quería excesos ¿Pero no será mucho irse al extremo traernos a un lugar donde no venden absolutamente nada de alcohol?"
Cuando ya estaban todos menos mi jefe, nos pusimos a deliverar hasta qué hora lo esperábamos antes de irnos al Dublín. Cuando ya casi nos estabamos levantando de la mesa llegó el pastel
Mi jefe "Disculpen la demora ¿pidieron algo?"
Fran "Sí jefe, ya pedimos"
Yo "Ya estábamos por irnos"
Mi jefe "¿Y no pidieron nada para tomar?"
Pedro "No poh' si aquí no venden tragos"
Mi jefe "Shuuuu..."
Así que, finalmente, supismo la verdad: No tenía idea que no vendían alcohol y también se quería tomar un trago.
Terminamos en el Dublín tomándonos hasta el agua de los floreros. Llegué a mi casa pasadas las 2 de la mañana, medio borracha, medio cansada, medio muerta de la risa.
Claro que más risa me dió cuando tres horas después sonó el despertador para levantarme a trabajar.
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