Yo, la reina de la noche?
Y fue la famosa fiesta.
Y me fue fantástico en la famosa fiesta.
Es que hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien, tan admirada, tan deseada si se quiere decir. Muchos hombres se me pegaron en la espalda como lapas, lo único que querían era bailar conmigo, conversar conmigo, que los abrazara, que los besara: fue un tanto raro debo confesar, puede que haya sido porque perdí la costumbre, costumbre que debo retomar pues en el fondo me encanta ser la guinda de la torta.
Cuando la Moira me dijo "ni se te ocurra ir con vestido" tenía toda la razón porque si había algo que abundaban eran los vestidos con botas largas. Me arriesgé a algo menos de moda pero mucho mejor: pantalones de lycra bien apegados que terminaban más anchos abajo con una caida muy suave, un sweater ajustado que me llegaba bajo las caderas, con mangas tres cuartos y escote ancho, casi bote, lo que dejaba al descubierto mis hombros y que, a veces, caía más de la cuenta cuando bailaba pero que controlaba a la perfección con suaves movimientos al bailar, le puse coquetamente un pequeño prendedor en forma de mariposa con strass color verde para que combinara con mis ojos. Una pequeña cartera de raso negra, bien larga lo que me permitía cruzarla para que no me molestara, botas de taco fino y alto. Como la noche estaba especialmente fría, le saqué el abrigo de zorro a mi mamá, lo que le dió ese toque de artista de cine a la tenida que era completamente negra.
¿Cuál fue el verdadero resultado? Pues, aparte de atraer las miradas masculinas, conseguí una cita con un soltero cuarentón bastante tincudo... y ahora no sé qué hacer!!!! No porque no quiera salir con él, al contrario, me agrada más de lo que puedo confesar. Es que estoy entre el qué va a pasar, si se va a atrever a concretar la próxima semana su invitación o si es que yo me voy a atrever a decir que bueno.
La Moira y la Cata son de la misma idea: debo dejarme querer.
Es que hace tanto tiempo que no me sentía "un poco" entusiasmada por alguien, que la sola idea de volver a empezar me da nervios... y más encima hoy comenzó el rumor que, a lo mejor, se viene a trabajar a mi lado. No sé, yo creo que lo prefiero lejos para poder soñar y no al lado, donde la cosa se puede poner monótona.
Para bien o para mal, aquí vamos otra vez.
Y me fue fantástico en la famosa fiesta.
Es que hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien, tan admirada, tan deseada si se quiere decir. Muchos hombres se me pegaron en la espalda como lapas, lo único que querían era bailar conmigo, conversar conmigo, que los abrazara, que los besara: fue un tanto raro debo confesar, puede que haya sido porque perdí la costumbre, costumbre que debo retomar pues en el fondo me encanta ser la guinda de la torta.
Cuando la Moira me dijo "ni se te ocurra ir con vestido" tenía toda la razón porque si había algo que abundaban eran los vestidos con botas largas. Me arriesgé a algo menos de moda pero mucho mejor: pantalones de lycra bien apegados que terminaban más anchos abajo con una caida muy suave, un sweater ajustado que me llegaba bajo las caderas, con mangas tres cuartos y escote ancho, casi bote, lo que dejaba al descubierto mis hombros y que, a veces, caía más de la cuenta cuando bailaba pero que controlaba a la perfección con suaves movimientos al bailar, le puse coquetamente un pequeño prendedor en forma de mariposa con strass color verde para que combinara con mis ojos. Una pequeña cartera de raso negra, bien larga lo que me permitía cruzarla para que no me molestara, botas de taco fino y alto. Como la noche estaba especialmente fría, le saqué el abrigo de zorro a mi mamá, lo que le dió ese toque de artista de cine a la tenida que era completamente negra.
¿Cuál fue el verdadero resultado? Pues, aparte de atraer las miradas masculinas, conseguí una cita con un soltero cuarentón bastante tincudo... y ahora no sé qué hacer!!!! No porque no quiera salir con él, al contrario, me agrada más de lo que puedo confesar. Es que estoy entre el qué va a pasar, si se va a atrever a concretar la próxima semana su invitación o si es que yo me voy a atrever a decir que bueno.
La Moira y la Cata son de la misma idea: debo dejarme querer.
Es que hace tanto tiempo que no me sentía "un poco" entusiasmada por alguien, que la sola idea de volver a empezar me da nervios... y más encima hoy comenzó el rumor que, a lo mejor, se viene a trabajar a mi lado. No sé, yo creo que lo prefiero lejos para poder soñar y no al lado, donde la cosa se puede poner monótona.
Para bien o para mal, aquí vamos otra vez.
Comentarios
un beso
Moira
Si sos buena companiera, entonces eso solo vale mas que cualquier cosa en el mundo.
Y si un tipo puede apreciar eso en vos, entonces es un caso serio. Si no lo puede apreciar... bue, ya esta todo dicho, o no?
Saludos
¡Lanzate y vive!
Saludos!