Happy Birthday to me


Cada año que pasa me convenzo más que odio mi cumpleaños.

A mucha gente le encanta estar de cumpleaños porque reciben regalos, reciben abrazos y saludos de las personas que las rodean; sin embargo a mí me deja mal todo esto. No porque me desagraden, sino porque me deprime el recordar que debo regresar a casa y que allá la cosa va a ser más o menos igual que todos los años, es decir, pasa bien neutro el día de mi cumpleaños.

A lo mejor este día dentro de mi familia lleva consigo un karma muy pesado porque hay una serie de eventos vinculados a él que han hecho que muchas veces pase desapercibido mi cumpleaños.

Vamos viendo.

Cuando era chica (como a los 7 años más o menos) mi cumpleaños lo celebré en el cementerio porque uno de mis abuelos murió, así que no hubo ni torta, ni cantos, ni regalos, ni nada… es más, recuerdo haber estado todo ese día en el cementerio jugando entre las lápidas sin que nadie, absolutamente nadie se acordara que era mi cumpleaños.

A medida que fueron pasando los años, la celebración de la muerte de mi abuelo siempre eclipsó en cierta forma mi propia celebración. Ya bien de adulta recuerdo que mi hermana mayor no encontró nada mejor que casarse un par de días antes de mi cumpleaños, con tanto ajetreo, a todos se les olvidó que el día miércoles siguiente era mi cumpleaños, así que vuelta al olvido.

Pasaron otros años más ¿y me van a creer que a mi hermana no se le ocurrió bautizar a uno de mis sobrinos para el día de mi cumpleaños? Yo creo que no se había dado cuenta que era ese mismo día ¡Cómo tan gansa la loca!

Por todo esto recuerdo muy pocas celebraciones agradables: una fiesta de pequeña como a los 10 años, otra pequeña celebración a los 15, una de regular calidad como a los 22 ó 23 años y la última fue como a los 28 años cuando el Kelo se emborrachó de lo lindo y perdió un par de dientes peleando en un bar como a las 5 de la mañana.

Así que no tengo ganas de celebrar nada. Además que las cosas en el trabajo tampoco me ayudan en mi estado de ánimo porque, a pesar que hasta el momento no me mueven de donde estoy, hay algo que me hace sospechar de las verdaderas razones por las que me dejan ahí y me gustaría saber qué es lo que realmente pasa en esa empresa.

Bueno, creo que mañana después del trabajo me pasaré a comprar una botella de pisco sour para tomármela sola en casa después de haber recibido un abrazo de mis padres.

¿Y la celebración?

Pues esa tendremos que seguirla postergando para cuando vengan mejores tiempos.

Comentarios

Anónimo dijo…
No creas que eres la única, que pasa así el cumpleaños, a mi este año con cueá me saludaron en casa,porque se murió mi tía de los Andes, entonces lo pasé sola, en fin, después vinieron las celebraciones, hasta mi jefecito lindo me lo celebró acá en la oficina, con tortita y todo...ánimo loquita, anímate, ya vendrán nuevas celebraciones...podríamos celebrar nuestros próximos cumpleaños en Tahití..jijijiji...
felíz cumpleaños!!!
Anónimo dijo…
Buuu eso no es tan terrible como nacer un 26 de diciembre(mi caso) entre pascual y año nuevo!, te regalan el mismo regalo para pascua y cumple y no hay celebración porque ya se esta celebrando otra cosa asi que animo, ya cambiará la situación...
De cualquier manera igual me apesta que me saluden asi que mejor..
Feliz cumpleaños !!!
Unknown dijo…
pucha. no podi deprimirte hay cosas peores. tienes buena salud, trabajo( tu me entiendes), amores no te faltan, casa y familia. la familia a cada uno nos toca una distinta ,pero en fin, familia. cuando estes vieja y jubilada te permito estar desanimada, pero ahora en plena juventud no. un beso
ale... dijo…
uy hoy mismo escrbi el mimos caso

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