Mis Vacaciones...

Muchos me han dicho que quieren que hable de mis vacaciones. Pues no tuvieron nada del otro mundo este año: como muchos se imaginaban, el destino fue Iquique y, al contrario de otras oportunidades, en esta ocasión no contraté ni un tour ni nada semejante. Es más, me fui al norte con el puro pasaje de vuelta. Recién cuando iba en el taxi desde el aeropuerto a la ciudad conseguí un lugar donde arrendaban departamentos...

Me fui con la Cata, nos arrendamos un lindo departamento en Cavancha, al lado del casino y con una vista maravillosa: cada mañana amanecíamos con el ruido del mar de fondo... excepción del día que nos despertamos con la banda militar rindiéndole homenaje a la Fuerza Aérea por su aniversario número no sé cuanto...

Esperando que nadie se ofenda pero... harto feo que es Iquique. El sector donde yo estaba era lindo, pero el resto... ufff... feo, feo, feo..

Pero bueno, igual fui, me metí en el casino, jugué, perdí, gané, me reí y me asombré con la fauna humana que me encontré dentro de esas paredes.

Tomé sol, no mucho porque de lo blanca que soy capaz que me hubiese quemado mucho, ahora para no perder el color me meto al solarium una vez a la semana por 15 minutos... vamos a ver hasta donde me va a llegar el impulso.

Hombres no hubo en mis vacaciones... estuve fome desde ese punto de vista... muy fome...

Llevábamos ya unos días cuando fuimos a conocer el centro de Iquique, nos paseamos por el paseo Balmaceda, ese que recién acaban de remodelar y salvar varias construcciones antiguas, de esas echas en Pino Oregòn, está quedando muy lindo, además del plus que está lleno de Museos. Al final del paseo está el Museo Militar que está dedicado a la Guerra del Pacífico: ahí me entretuve muchísimo porque el sargento Medina (era el guía) me dejó jugar con las metralletas, super entretenido... Además que encontré fotos y datos de mi antepasado Luis Cruz Martinez, quien peleó en la Guerra del Pacífico y que, además, es uno de los 77 héroes de la batalla de la Concepción.

Soy patriota... y qué?

Obviamente no podía irme de Iquique sin ir a darme una vueltecita a la rada de Iquique... ahí mismísimo donde se murió Arturo Prat cuando salió de la cocina curao... porque, según la Moira, Arturo Prat murió porque estaba curao y si mi socia lo dice, pues que así ha de ser.

La famosa Zofri... un fiasco... puras chucherías chinas e hindúes... lo único que salvaban eran los perfumes, pero yo tengo ya tantos perfumes, que no me traje nada para mí.

El Casino me dejó un poco mal: a pesar que no me puedo quejar de haber perdido plata, me llamó muchísimo la atención ver cómo la gente se envicia tanto con un juego. Mientras la Cata y yo le metíamos $100.- para jugar un rato en una máquina, las personas a nuestro alrededor les metían mínimo billetes de 5 luquitas... too much desperate people...

Y eso fue todo... no mucho ¿verdad?... Siendo 100% sincera, eché de menos pero mucho, mucho, Brasil... sus colinas verdes, su olor a vegetación y humedad, sus playas de aguas cálidas, su gente, sus colores, sus hombres... sí, sobre todo sus hombres.

Bueno, hay un programa muy bueno para ir a Salvador de Bahía, no es muy caro... lo voy a definir como se lo definí a la Moira:

Valor pasaje US$639
Valor impuestos US$142
Total US$781

Irte a Salvador de Bahia conmigo... no tiene precio...

Comentarios

Entradas populares