Hombres...

Hoy recibí un correo que me llamó profundamente la atención. Era con respecto a la belleza de la mujer y los hombres. Al fin alguien se atrevía a decir que todos los sacrificios que una mujer hace son en gran parte impulsados por los deseos masculinos. Me gustó, me encantó, se lo mandé a muchos de ustedes porque es bueno reflexionar sobre estos temas de vez en cuando.

Pasando a otro tema y sin embargo siempre relacionado con lo anterior: no hace mucho conocí a un personaje que me trató de gorda... ni me pregunten por qué no lo mandé a la punta del cerro sino que lo traté dignamente... como dice alguien por ahí... agradezcan que soy una dama... y sin embargo con el tiempo la tortilla se dió vuelta y ahora lo único que quiere es salir conmigo... hombres!!!

También recibí un correo de un admirador que tengo ya por mucho tiempo, el problema es que no puedo sentir nada por él, es demasiado mayor para mí, de hecho es incluso mayor que mi papá y no estoy como para repetir el matrimonio Bolocco-Menem dentro de mi familia... no digo yo, si la Bolocco es una alpargata al lado mío... y que decir con el seudo matrimonio Larraín-Zamorano, la Quenita llegó a las Islas Canarias para darse cuenta que no se debía casar con Bam Bam, yo llegé a Camboriú no más... ven? si la Quenita es una alpargata al lado mío.

Las cosas que uno hace por los hombres: los cuida, los quiere, los acepta tal cual son, les da todo lo que ellos quieren y después se quejan que no nos entienden. El problema con los hombres es que aún no se han dado cuenta que a las mujeres no hay que entenderlas, no hay que gastar ni una neurona en tratar de entenderlas siquiera. No, a las mujeres hay que aceptarlas tal cual son, con todos sus defectos y virtudes, dejar de calentarse la cabeza pensando el por qué de nuestras actitudes, sólo aceptarlas, sólo así tendrán paz y tranquilidad con ellas.