Todo es por Algo
Las relaciones humanas
siempre han sido difíciles, más aún las relaciones entre amigas porque a veces
prima la parte animal de cada una antes que el cariño o la buena consciencia.
Había entablado una bonita
relación de amistad con una persona a quien conocía de años, nos llevábamos
bien, a pesar que a veces me aburría con su conversación pues tendía a hablar
solo de ella, pero yo la aguantaba, la escuchaba y le comentaba sobre sus
temas.
Incluso nos fuimos de
vacaciones juntas. Como que ahí comenzaron todos los problemas. Básicamente
ella siempre fue la misma, pero varios días con una persona que solo habla de
sí misma hizo que comenzara a preguntarme cuanto de veraz tenía esa relación de
amistad.
Luego vino la peor parte,
ella me presentó a algunos de sus amigos y ellos se hicieron amigos míos lo que
despertó una sed insaciable por competir en mi contra. Como si a alguien le
importara.
Su mala energía llegó a
tal punto, que comencé a ahogarme y a poner espacio entre ambas, siempre
pensando que era algo pasajero pero no, finalmente le comentó a un amigo en
común que cortaría toda relación conmigo.
Por un lado me sorprendió
la inmadurez de una persona mayor de 40 años, porque los celos de amigo son
clásicos en adolescentes pero no en adultos. ¿Qué la llevó a todo esto?
¿Inseguridad? ¿Inmadurez? Realmente no sé. Como que aún me tiene sorprendida su
actitud, pero también me ha hecho pensar si no estaré mal yo también.
Claro, a lo mejor ella no
quería que yo conociera a sus amigos, pero entonces no tenía que
presentármelos. A lo mejor no esperaba que nos lleváramos tan bien y luego no
supo qué hacer.
En todo caso está claro
que todo fue una pendejada. Pero me duele ver como la gente que quiero de una u
otra forma llega a un punto en el que comienza a jugar en mi contra.
Ayer el Benja me
preguntaba por los “amigos” en el trabajo. Pues yo no tengo amigos en el
trabajo, para mí ellos son sólo compañeros de trabajo, mantengo mi vida privada
lejos de ellos, a lo más saben si he ido a una fiesta, pero no saben con quién
ni muchos detalles tampoco.
Es que mi experiencia
haciendo amigos en el trabajo no es buena, jamás me olvidaré cuando hace muchos
años un jefe que tuve me dijo “Aquí venimos a trabajar, no a hacer amigos”
Encontré muy cruel la frase aquella, sin embargo, el tiempo le dio la razón y
hoy día evito hacer amigos en el trabajo.
Eso no quiere decir que no
me encariñe con la gente, pero trato de mantener a raya ciertos temas para no
pasar de ese límite que hay entre conocidos, amigos y muy buenos amigos.
¿Qué voy hacer sin mi
amiga? Pues nada, la decisión de alejarse fue de ella y no mía. Como dicen por
ahí, todas las cosas ocurren por algo y a lo mejor su ausencia me trae
sorpresas y nuevos horizontes por recorrer.
Comentarios
Animo y como bien dices, todo es para mejor...
Saludos!!!