Ahí Vamos
Pensé que iba a ser más dificil volver a ponerme en pie. Esta vez fue más fácil de lo que pensé, a lo mejor ayudó mucho un grupo de amigas que se mantuvieron a mi lado y que una noche me hicieron abrir bien los ojos a punta de risas y bromas. Después de esa "terapia" me quedó todo tan claro, que sentí un alivio y la espina que oprimía mi corazón salió volando en una de tantas carcajadas.
Estoy floja para escribir, lo reconozco. No es que no tenga nada que contar, simplemente a veces me falta la inspiración o el minuto de estar tranquila conectada conmigo para poder dejar que las palabras fluyan hasta el teclado.
Han pasado muchas cosas. Demasiadas diría yo.
A instancias de una amiga acepté salir con ella y con su primo italiano que vino a pasar algunos meses a Santiago para estudiar algunos negocios relacionados con el turismo. La primera vez salí no muy convencida porque sentía como que mi amiga trataba de encajármelo a toda costa.
Lo que yo no sabía al principio es que ella le había hablado mucho de mí y él quería conocerme a toda costa.
Al final de cuentas fue un sábado entretenido recorriendo lugares dentro de Santiago, riéndonos de su pobre español y nuestro pésimo italiano.
En la semana se comunicó conmigo y comenzamos a entablar una linda amistad. Momento, he dicho amistad, aún no cruzo la barrera a pesar que él se porta divino conmigo: me lleva a comer a muy buenos restaurantes, me pasea por la ciudad, nos vamos de copas, etc.
No quiero apresurar las cosas, además, cuando llegue la primavera él regresará a Italia y no sé qué pasará. En pocas palabras estoy dejándome querer por él y que el tiempo haga lo suyo.
¿Recuerdan ese dicho que dice "Siéntate en tu casa y verás pasar el funeral de tu enemigo"? Es muy sabio y jamás hay que pensar que ese día no llegará.
Moira sigue sin pagarme un peso, después de pasarme varios meses integrando su listado de amigos en Facebook pero bloqueada para no poder interactuar con ella, la eliminé. ¿Para qué quiero engrosar mi listado de amigos si no lo son realmente?
Hace dos semanas la Cata me preguntó qué le había pasado a la Moira:
C: Oye galla ¿qué le pasó a la Moira?
Y: ¿Por qué?
C: Porque en su Facebook dice algo así como gracias a todos los que se preocuparon por el choque...
Y: Ni idea, ya no la tengo de amiga en el Facebook...
Entonces me enteré que había tenido un accidente automovilístico y que estaba con licencia médica. Como el teléfono no me lo contesta, le pedí a la Cata que le dejara en su muro un mensaje de mi parte.
Al otro día me llamó contándome del accidente que había tenido dos noches antes, de cómo casi perdió la vida y que la Compañía de Seguros le había dado la pérdida total del automóvil.
¿A quién quiere engañar? Trabajé 10 años en Servicio, directamente con todas las Compañías de Seguros y ninguna da la pérdida total tan rápido.
La dejé porque a esta altura del partido me da pena escuchar sus mentiras y no tengo corazón para decirle que es una mentirosa de primera categoría.
El domingo en un arranque de no sé qué, agarré el auto y fui a su casa. Ahí está el auto, no tan chocado como se supone, estacionado en su casa. Eso me confirmó que no lo tiene asegurado y que menos alguien le va a pagar una pérdida total por él.
Yo perdí US$960.- y ella perdió US$8.550.-
Sé que la venganza no es buena, pero yo no hice nada, alguien desde arriba parece que lo hizo por mí.
Estoy floja para escribir, lo reconozco. No es que no tenga nada que contar, simplemente a veces me falta la inspiración o el minuto de estar tranquila conectada conmigo para poder dejar que las palabras fluyan hasta el teclado.
Han pasado muchas cosas. Demasiadas diría yo.
A instancias de una amiga acepté salir con ella y con su primo italiano que vino a pasar algunos meses a Santiago para estudiar algunos negocios relacionados con el turismo. La primera vez salí no muy convencida porque sentía como que mi amiga trataba de encajármelo a toda costa.
Lo que yo no sabía al principio es que ella le había hablado mucho de mí y él quería conocerme a toda costa.
Al final de cuentas fue un sábado entretenido recorriendo lugares dentro de Santiago, riéndonos de su pobre español y nuestro pésimo italiano.
En la semana se comunicó conmigo y comenzamos a entablar una linda amistad. Momento, he dicho amistad, aún no cruzo la barrera a pesar que él se porta divino conmigo: me lleva a comer a muy buenos restaurantes, me pasea por la ciudad, nos vamos de copas, etc.
No quiero apresurar las cosas, además, cuando llegue la primavera él regresará a Italia y no sé qué pasará. En pocas palabras estoy dejándome querer por él y que el tiempo haga lo suyo.
¿Recuerdan ese dicho que dice "Siéntate en tu casa y verás pasar el funeral de tu enemigo"? Es muy sabio y jamás hay que pensar que ese día no llegará.
Moira sigue sin pagarme un peso, después de pasarme varios meses integrando su listado de amigos en Facebook pero bloqueada para no poder interactuar con ella, la eliminé. ¿Para qué quiero engrosar mi listado de amigos si no lo son realmente?
Hace dos semanas la Cata me preguntó qué le había pasado a la Moira:
C: Oye galla ¿qué le pasó a la Moira?
Y: ¿Por qué?
C: Porque en su Facebook dice algo así como gracias a todos los que se preocuparon por el choque...
Y: Ni idea, ya no la tengo de amiga en el Facebook...
Entonces me enteré que había tenido un accidente automovilístico y que estaba con licencia médica. Como el teléfono no me lo contesta, le pedí a la Cata que le dejara en su muro un mensaje de mi parte.
Al otro día me llamó contándome del accidente que había tenido dos noches antes, de cómo casi perdió la vida y que la Compañía de Seguros le había dado la pérdida total del automóvil.
¿A quién quiere engañar? Trabajé 10 años en Servicio, directamente con todas las Compañías de Seguros y ninguna da la pérdida total tan rápido.
La dejé porque a esta altura del partido me da pena escuchar sus mentiras y no tengo corazón para decirle que es una mentirosa de primera categoría.
El domingo en un arranque de no sé qué, agarré el auto y fui a su casa. Ahí está el auto, no tan chocado como se supone, estacionado en su casa. Eso me confirmó que no lo tiene asegurado y que menos alguien le va a pagar una pérdida total por él.
Yo perdí US$960.- y ella perdió US$8.550.-
Sé que la venganza no es buena, pero yo no hice nada, alguien desde arriba parece que lo hizo por mí.
Comentarios
Me alegro que ya estes recuperada y suerte con el italiano, disfrutalo mientras dure.
Saludos!