Siga Participando!!

Hay semanas en que mi corazón da vueltas, se revuelca, da brincos, se retuerce. No tiene descanso.

Trato de encontrar ese punto de paz interior y por más que busco, no lo encuentro. ¿Será que lo perdí en alguna vuelta de esquina? ¿O será que algo que me quieren decir y yo no escucho?

Quiero fiestas, movimiento, conocer gente y a la vez quedarme un rato quieta.

Quiero encontrar descanso para mi alma.

He estado pensando en cerrar este blog. Lo he pensado seriamente, pero luego me detengo y creo que no sería del todo bueno. Al final, después de tantos años escribiendo uno lo siente como un hijo, como parte integral de uno. Me he ido imponiendo metas año tras año con respecto a la cantidad de post, lo que quiero contar, lo que no es relevante y hasta lo que no es conveniente contar.

Hoy día quiero contar algo, pero no es bueno que lo diga, así que no lo voy a decir. No se preocupen, no tiene nada que ver con mi familia sino con mi vida privada.

Vamos a decir solamente que estoy sola otra vez, que esta vez me dejaron en busca de "transparencia" ¡Qué palabra, sobre todo viniendo de quien lo dijo! Pero no importa, pasado un periodo razonable de un par de semanas esto quedará sólo en mi anecdotario personal. De todas formas siento que no ha sido tan tremendo como pensé que iba a ser.

A pesar que uno tiene sus altos y bajos. Somos humanos ¿no?
Y como dice el refrán: A Rey Muerto, Rey Puesto

Comencé casi de inmediato mi búsqueda de reemplazo. Obvio, no soy de estar sola mucho tiempo.

¿Aló? ¿Quién dijo eso? ¿La misma persona que se dejó estar por dos años después de lo del Pelao Mariano?

Bueno, las cosas cambian, las personas cambian, si hasta el clima cambia ¿por qué yo no podía cambiar?

Casi de inmediato me salió a la palestra un individuo de esos que uno conoce en reuniones sociales y a los que nunca pensó en hablar. Sólo recuerdo que me pidió mi contacto y se lo dí. La semana pasada hablamos un par de días y me salió almuerzo gratis.

Nos juntamos en Providencia, fuimos a almorzar juntos y a la mitad del almuerzo me queda mirando y me dice:

- ¿Y? ¿Te gusto o no te gusto?

- ...

Siga participando.

Es que no puedes ser tan ansioso y preguntar eso cuando sólo te han visto dos veces y la primera a medias. ¡Qué horror! ¡Qué falta de sutileza!

Me despedí de él diciéndole que eso era algo que no le iba a decir todavía pues apenas lo estaba conociendo. Corrí a la oficina y lo eliminé de mis contactos.

¡Já! Y después dicen que somos nosotras las mujeres las que andamos con el vestido de novia en la cartera. Este muñeco llevaba el smoquin con el vestido, la hora para el civil y la iglesia escogida en su billetera.

Bueno, son cosas que pasan. Si no me arriesgaba a salir con él, no iba a saber nunca qué tal el tipo. Era mejor ir, ver que pasaba y salir de la curiosidad.

Y así continuo, día tras día en busca del sueño prometido.