Encuentro
¡¡La Vida tiene tantas vueltas!!
Mientras unos están arriba, otros están abajo aprendiendo a salir adelante, aprendiendo las lecciones para vivir y, muchas veces, tomando una cucharada de su propia medicina.
El jueves ocurrió una noticia que me hizo acordarme del Pelao porque, una de las personas involucradas, vive a unas tres casas de la de él, así que por la tarde me hice el tiempo y lo llamé. En medio del cuento de la noticia me preguntó cuándo nos íbamos a ver:
Yo: Ay Pelao, para qué me quieres ver si me tienes miedo!!
Pelao: Yo miedo? Na'que ver
Yo: Vamos a comer mañana por la noche ¿te parece?
Pelao: Pero yo ando sin auto...
Yo: Pero yo tengo auto...
Pelao: Ok, mañana coordinamos
Con algo de nervios, sin saber realmente qué hacer, me levanté el viernes y me arreglé para venir a la oficina pensando cómo y a qué hora lo iba a llamar para confirmar la cita y coordinar la hora. Finalmente lo llamé por la tarde sin resultado, pero me devolvió la llamada.
A las 21:00 horas estuve frente a su casa con la Isa al lado (ella tenía una fiesta, así que tenía que ir a dejarla y luego ir a buscarla) Lo llamé pero no estaba listo así que fui a dejar a la Isa. Todavía no entraba a la fiesta cuando me llamó el Pelao comunicándome que tenía un problema y que no lo pasara a buscar.
¡Qué rabia! Llamé a la Ale (compañera del colegio), pasé a comprar pisco sour, algo para comer y me fui a llorar la pena y rabia a su departamento. No había pasado ni media hora cuando me volvió a llamar el Pelao diciéndole que había sido una falsa alarma, que todo estaba bien y que fuera para su casa.
Yo: Ay Pelao, estoy tomándome un pisco sour con una amiga en su departamento.
Pelao: Ahhh, pucha, que fome, yo pensé que nos podríamos ver igual...
Yo: Mira, déjame terminar de conversar un par de cositas y me voy para allá.
Se puso contento, me pidió que llevara Ron y una cajetilla de cigarros. Como a las 23:00 horas me fui del departamento de la Ale y me fui a comprar primero el Ron y luego los cigarros que, dicho sea de paso, no podía encontrar, así que me demoré más de media hora en conseguirlos.
La conversación fue buenísima, muy entretenida, me reí mucho recordando todas las cosas que he hecho porque él me bombardeó con preguntas sobre estos casi 10 años sin vernos. Casi no hablamos de él, ni de su ruptura matrimonial, ni nada por el estilo, simplemente quería saberlo todo de mi.
Finalmente me dijo aquellas cosas que siempre quise escucharle decir "Vámonos a pasar un fin de semana juntos a Buenos Aires", "Estas simplemente espectacularmente linda", "Quédate esta noche conmigo, regalonemos toda la noche y mañana me despiertas con un beso antes de irte"
¡¡Era increíble escucharlo decir esas cosas!! ¿Dónde quedó el Pelao desgraciado que tomaba a las mujeres y las desechaba como quien se cambia de calcetines?
10 años esperando escuchar esas palabras y descubrir que no le creo. Bueno, un poquito...
El Pelao llegó a puro revolverme el gallinero.
Mientras unos están arriba, otros están abajo aprendiendo a salir adelante, aprendiendo las lecciones para vivir y, muchas veces, tomando una cucharada de su propia medicina.
El jueves ocurrió una noticia que me hizo acordarme del Pelao porque, una de las personas involucradas, vive a unas tres casas de la de él, así que por la tarde me hice el tiempo y lo llamé. En medio del cuento de la noticia me preguntó cuándo nos íbamos a ver:
Yo: Ay Pelao, para qué me quieres ver si me tienes miedo!!
Pelao: Yo miedo? Na'que ver
Yo: Vamos a comer mañana por la noche ¿te parece?
Pelao: Pero yo ando sin auto...
Yo: Pero yo tengo auto...
Pelao: Ok, mañana coordinamos
Con algo de nervios, sin saber realmente qué hacer, me levanté el viernes y me arreglé para venir a la oficina pensando cómo y a qué hora lo iba a llamar para confirmar la cita y coordinar la hora. Finalmente lo llamé por la tarde sin resultado, pero me devolvió la llamada.
A las 21:00 horas estuve frente a su casa con la Isa al lado (ella tenía una fiesta, así que tenía que ir a dejarla y luego ir a buscarla) Lo llamé pero no estaba listo así que fui a dejar a la Isa. Todavía no entraba a la fiesta cuando me llamó el Pelao comunicándome que tenía un problema y que no lo pasara a buscar.
¡Qué rabia! Llamé a la Ale (compañera del colegio), pasé a comprar pisco sour, algo para comer y me fui a llorar la pena y rabia a su departamento. No había pasado ni media hora cuando me volvió a llamar el Pelao diciéndole que había sido una falsa alarma, que todo estaba bien y que fuera para su casa.
Yo: Ay Pelao, estoy tomándome un pisco sour con una amiga en su departamento.
Pelao: Ahhh, pucha, que fome, yo pensé que nos podríamos ver igual...
Yo: Mira, déjame terminar de conversar un par de cositas y me voy para allá.
Se puso contento, me pidió que llevara Ron y una cajetilla de cigarros. Como a las 23:00 horas me fui del departamento de la Ale y me fui a comprar primero el Ron y luego los cigarros que, dicho sea de paso, no podía encontrar, así que me demoré más de media hora en conseguirlos.
La conversación fue buenísima, muy entretenida, me reí mucho recordando todas las cosas que he hecho porque él me bombardeó con preguntas sobre estos casi 10 años sin vernos. Casi no hablamos de él, ni de su ruptura matrimonial, ni nada por el estilo, simplemente quería saberlo todo de mi.
Finalmente me dijo aquellas cosas que siempre quise escucharle decir "Vámonos a pasar un fin de semana juntos a Buenos Aires", "Estas simplemente espectacularmente linda", "Quédate esta noche conmigo, regalonemos toda la noche y mañana me despiertas con un beso antes de irte"
¡¡Era increíble escucharlo decir esas cosas!! ¿Dónde quedó el Pelao desgraciado que tomaba a las mujeres y las desechaba como quien se cambia de calcetines?
10 años esperando escuchar esas palabras y descubrir que no le creo. Bueno, un poquito...
El Pelao llegó a puro revolverme el gallinero.
Comentarios
cariños
Moira
Cuidate de estos galancetes... que los separados por general andan buscando chicas pa pasar el rato mas que para algo serio??
Si lo quieres solo pa sacarte las ganas y pasarlo bien, bien... pero al igual que los casados los separados son verdaderos cachos... lo digo por experiencia...jajajajaja
Saludos y que te lo pases de rechupe con el peladillo aquel jajajajaj
No anticipes acontecimientos, ni te hagas más ilusiones de las justas.
Toma la fruta que te apetezca de las que se ofrecen en el frutero, pero no sueñes con los frutos que no estés viendo delante de ti.
Es posible que el jardinero sea competente (tú sabrás), pero no sueñes con que sea además arquitecto, fontanero y chófer.
Besos