Todo Mal...
Estas vacaciones sí que han sido como la mona.
No puedo recordar mis últimas vacaciones así de malas en las que no haya salido a ninguna parte y me haya quedado encerrada, añorando volver al trabajo.
Porque las últimas vacaciones en las que no salí de Santiago fueron hace unos 5 años cuando estaba de novia con Carlos Alberto, pero al menos en esa ocasión no salí porque él andaba buscando trabajo y lo ayudé durante esas tres semanas. Así que, en el fondo, me las pasé con él todo ese tiempo.
En cambio ahora fue diferente, me quedé encerrada porque literalmente no tenía dónde ir. Y los lugares a los que podría haber ido sola, no me parecieron los suficientemente entretenidos como para hacer mis maletas y partir.
Ese es el problema de estar sola, cuando necesitas que alguien te acompañe, no encuentras a nadie. Por otro lado, hay personas que les encanta estar solas porque dicen que pueden hacer lo que quieran, pero aburre hacer lo que se quiere sola...
Además, y como es tradición cada año, la tercera semana es la peor porque mi mamá comienza a aburrirse de verme en la casa y me busca la pelea por todo: porque me levanté muy temprano, porque miré feo la comida, porque me levanté tarde, porque aspiré mi pieza, porque no la sacudí, porque salgo todo el día, etc, etc, etc. Se transforma en un calvario eterno.
Pero bueno, ya me quedan pocos días para volver a mi rutina normal.
Hoy fui a almorzar con la Caty y su cuñada a un restaurante chino. Yo andaba hace días antojada de comer comida china y como me había peleado con mi mamá porque la comida de ayer no me había gustado del todo, le dije que hoy no almorzaba en casa. Salí pensando en ir a refugiarme en algún mall, comer una hamburguesa o algo parecido y punto. Pero de pronto pensé que sería más entretenido ir a almorzar con la Caty así que partí a su taller y, de paso, arrastré a su cuñada.
Fue un buen almuerzo, además que con ellas dos puedo hablar de muchas cosas sin que nadie se averguenze, nos podemos reir, etc.
¿Y mañana?
No sé qué voy hacer mañana!!! tecnicamente es mi último día de vacaciones porque el viernes es feriado (Viernes Santo), por lo tanto, me quedan 4 días sin nada que hacer.
Sí me preocupa volver y confesar que no hice nada, no fui a ninguna parte, no me distraje como correspondía, etc. Bueno, miremos el lado bueno: tengo computador nuevo, tengo lentes nuevos, tengo un par de zapatos nuevos.
Ahhh sí... lo más importante: pagé la última cuota de la deuda que tenía por Nikolás, a partir del próximo mes el pago mínimo en mi tarjeta de crédito se reduce al 50%, de estar pagando unos 200 dólares, pasaré a pagar sólo 100 dólares.
¡¡¡Esa noticia sí que es buena para mí!!!
No puedo recordar mis últimas vacaciones así de malas en las que no haya salido a ninguna parte y me haya quedado encerrada, añorando volver al trabajo.
Porque las últimas vacaciones en las que no salí de Santiago fueron hace unos 5 años cuando estaba de novia con Carlos Alberto, pero al menos en esa ocasión no salí porque él andaba buscando trabajo y lo ayudé durante esas tres semanas. Así que, en el fondo, me las pasé con él todo ese tiempo.
En cambio ahora fue diferente, me quedé encerrada porque literalmente no tenía dónde ir. Y los lugares a los que podría haber ido sola, no me parecieron los suficientemente entretenidos como para hacer mis maletas y partir.
Ese es el problema de estar sola, cuando necesitas que alguien te acompañe, no encuentras a nadie. Por otro lado, hay personas que les encanta estar solas porque dicen que pueden hacer lo que quieran, pero aburre hacer lo que se quiere sola...
Además, y como es tradición cada año, la tercera semana es la peor porque mi mamá comienza a aburrirse de verme en la casa y me busca la pelea por todo: porque me levanté muy temprano, porque miré feo la comida, porque me levanté tarde, porque aspiré mi pieza, porque no la sacudí, porque salgo todo el día, etc, etc, etc. Se transforma en un calvario eterno.
Pero bueno, ya me quedan pocos días para volver a mi rutina normal.
Hoy fui a almorzar con la Caty y su cuñada a un restaurante chino. Yo andaba hace días antojada de comer comida china y como me había peleado con mi mamá porque la comida de ayer no me había gustado del todo, le dije que hoy no almorzaba en casa. Salí pensando en ir a refugiarme en algún mall, comer una hamburguesa o algo parecido y punto. Pero de pronto pensé que sería más entretenido ir a almorzar con la Caty así que partí a su taller y, de paso, arrastré a su cuñada.
Fue un buen almuerzo, además que con ellas dos puedo hablar de muchas cosas sin que nadie se averguenze, nos podemos reir, etc.
¿Y mañana?
No sé qué voy hacer mañana!!! tecnicamente es mi último día de vacaciones porque el viernes es feriado (Viernes Santo), por lo tanto, me quedan 4 días sin nada que hacer.
Sí me preocupa volver y confesar que no hice nada, no fui a ninguna parte, no me distraje como correspondía, etc. Bueno, miremos el lado bueno: tengo computador nuevo, tengo lentes nuevos, tengo un par de zapatos nuevos.
Ahhh sí... lo más importante: pagé la última cuota de la deuda que tenía por Nikolás, a partir del próximo mes el pago mínimo en mi tarjeta de crédito se reduce al 50%, de estar pagando unos 200 dólares, pasaré a pagar sólo 100 dólares.
¡¡¡Esa noticia sí que es buena para mí!!!
Comentarios
El lunes comenzara tu rutina de nuevo, asi que disfruta de los dias que quedan de ocio, aunque no hayan sido de tu total agrado, por lo menos como bien dices, has salido de tus deudas un poco más...
Saludos y animo.
Me quedo con que tienes nuevo computador, zapatos, lentes y la deuda saldada.
Me quedo con que has descansado, desconectado del trabajo y la rutina y comido con la Caty.
Me quedo con unos días sin madrugar, sin obligaciones, dedicada al dolce fare niente, posiblemente la mejor de las actividades y la más elevada.
¿Ves? La botella medio llena.
Besos