Baby qué???
Mujeres por una buena causa…
¿Suena bonito, verdad?
Pues yo caí.
Eran como las 4 de la tarde cuando mi teléfono sonó, era otra compañera de trabajo que me preguntaba tras la línea “Oye Pily ¿jugarías un partido de Baby Futbol para reunir fondos para el Comité Solidario?” Yo sabía que se habían quedado sin plata después de la once que les habían dado a los niños de un colegio que tiene a cargo niños con síndrome de Down, así que no lo pensé dos veces y dije que sí.
¡Ni se imaginan en qué lío me metí!
Inmediatamente quedé seleccionada como capitana y debía conseguirme cuatro jugadoras más, un par de suplentes, un entrenador, una marca que auspiciara mi equipo y que nos pusiera las camisetas… además de un rostro famoso para hacer más atractivo el campeonato.
¿El premio? Pues nada, las gracias por haber participado, haber dejado que me dieran un pelotazo en la cara, haber sudado como yegua, haber hecho el ridículo frente al arco… etc, etc, etc.
En paréntesis ¿Saben lo que sudan las piernas con las famosas canilleras? Cuando me las saqué, me corría agua por debajo de ellas… el autobronceante murió en menos de 20 minutos… fue increíble.
Todo eso sin contar con el desgaste físico que sufrieron mis compañeras de equipo que no se pudieron mover sin una mueca de dolor como en dos días. Yo me salvé gracias a las clases de Pilates que me tienen con los musculos tonificados y con una buena elongación.
Es bueno ayudar, es bueno comenzar el año con un ejercicio como ese (me refiero al ejercicio para el alma que es ayudar, no al futbol que lo sigo y seguiré considerando un deporte de hombres por su rudeza)
Uno siempre trata de ayudar al que tiene al lado, pero a veces esa tarea se ve complicada porque uno no sabe qué decir, o qué hacer; lo que es peor, uno a veces tiene miedo a meter las patas y quedar como la peor amiga si no tiene cuidado en la forma como dice las cosas.
Lo digo porque mi amiga Cata está pasando por momentos super duros en su vida y me he esforzado al máximo para no ser desatinada con mis comentarios y consejos. Pero es difícil, sobre todo cuando uno tiene un punto de vista muy particular que me lo ha dado todas mis malas experiencias en la vida (que no han sido pocas como deben saber)
Yo sólo espero que pueda ver el final del camino en buena forma y que no se preocupe porque siempre voy a estar ahí para levantarla. Igual como ella lo hizo conmigo cuando yo no estaba bien.
Otra que no ha estado bien es mi amiga Moira. Su trabajo la tiene hasta la coronilla y, lo que es peor, se siente esclavizada… Siente lo mismo que yo: que toda la oficina se apoya en ella y es ella la que finalmente está llevándose el trabajo más pesado y con la única recompensa de un “gracias, te pasaste” o “que buena que eres haciendo esto” y frases similares.
Yo también quiero arrancar, yo también quiero salir corriendo y encontrar un trabajo donde pueda pararme de mi asiento e ir al baño cuando lo necesito y no tener que esperar una hora o más para poder hacerlo. Yo también quiero poder pedir permiso para llegar más tarde o irme más temprano porque tengo que hacer algún trámite personal sin que me miren con cara diciéndome “Y quién va hacer esto mientras no estás?”
Bueno, pero aún me queda un mes y medio más o menos antes de salir de vacaciones. Ya tengo ahorrados la suficiente cantidad de dólares como para escaparme mañana mismo si quiero a Buenos Aires.
Veremos si en un mes y medio más llego a Brasil… demás que sí!!!... Y quién me va a acompañar???
¿Suena bonito, verdad?
Pues yo caí.
Eran como las 4 de la tarde cuando mi teléfono sonó, era otra compañera de trabajo que me preguntaba tras la línea “Oye Pily ¿jugarías un partido de Baby Futbol para reunir fondos para el Comité Solidario?” Yo sabía que se habían quedado sin plata después de la once que les habían dado a los niños de un colegio que tiene a cargo niños con síndrome de Down, así que no lo pensé dos veces y dije que sí.
¡Ni se imaginan en qué lío me metí!
Inmediatamente quedé seleccionada como capitana y debía conseguirme cuatro jugadoras más, un par de suplentes, un entrenador, una marca que auspiciara mi equipo y que nos pusiera las camisetas… además de un rostro famoso para hacer más atractivo el campeonato.
¿El premio? Pues nada, las gracias por haber participado, haber dejado que me dieran un pelotazo en la cara, haber sudado como yegua, haber hecho el ridículo frente al arco… etc, etc, etc.
En paréntesis ¿Saben lo que sudan las piernas con las famosas canilleras? Cuando me las saqué, me corría agua por debajo de ellas… el autobronceante murió en menos de 20 minutos… fue increíble.
Todo eso sin contar con el desgaste físico que sufrieron mis compañeras de equipo que no se pudieron mover sin una mueca de dolor como en dos días. Yo me salvé gracias a las clases de Pilates que me tienen con los musculos tonificados y con una buena elongación.
Es bueno ayudar, es bueno comenzar el año con un ejercicio como ese (me refiero al ejercicio para el alma que es ayudar, no al futbol que lo sigo y seguiré considerando un deporte de hombres por su rudeza)
Uno siempre trata de ayudar al que tiene al lado, pero a veces esa tarea se ve complicada porque uno no sabe qué decir, o qué hacer; lo que es peor, uno a veces tiene miedo a meter las patas y quedar como la peor amiga si no tiene cuidado en la forma como dice las cosas.
Lo digo porque mi amiga Cata está pasando por momentos super duros en su vida y me he esforzado al máximo para no ser desatinada con mis comentarios y consejos. Pero es difícil, sobre todo cuando uno tiene un punto de vista muy particular que me lo ha dado todas mis malas experiencias en la vida (que no han sido pocas como deben saber)
Yo sólo espero que pueda ver el final del camino en buena forma y que no se preocupe porque siempre voy a estar ahí para levantarla. Igual como ella lo hizo conmigo cuando yo no estaba bien.
Otra que no ha estado bien es mi amiga Moira. Su trabajo la tiene hasta la coronilla y, lo que es peor, se siente esclavizada… Siente lo mismo que yo: que toda la oficina se apoya en ella y es ella la que finalmente está llevándose el trabajo más pesado y con la única recompensa de un “gracias, te pasaste” o “que buena que eres haciendo esto” y frases similares.
Yo también quiero arrancar, yo también quiero salir corriendo y encontrar un trabajo donde pueda pararme de mi asiento e ir al baño cuando lo necesito y no tener que esperar una hora o más para poder hacerlo. Yo también quiero poder pedir permiso para llegar más tarde o irme más temprano porque tengo que hacer algún trámite personal sin que me miren con cara diciéndome “Y quién va hacer esto mientras no estás?”
Bueno, pero aún me queda un mes y medio más o menos antes de salir de vacaciones. Ya tengo ahorrados la suficiente cantidad de dólares como para escaparme mañana mismo si quiero a Buenos Aires.
Veremos si en un mes y medio más llego a Brasil… demás que sí!!!... Y quién me va a acompañar???
Comentarios
Es bueno ayudar ¡pero a que precio! jajajaja
Bueno, el ejercicio el que sea siempre es bienvenido dicen...
Saludos!
ya me siento mejor, entiendo que todo da vueltas...asi es acá, pero quien a Dios tiene , nada le falta...
oye loca, así como voy las vacaciones me coinciden contigo, Brazil, Brazil, yupi...nada, yo jugué futbol hace años , pero me puse a pelear en la cancha..jajaja
Ánimo a las tres.
Besos regocijados