No todo lo que brilla es oro - 2ª Parte

Mi vida es extraña, me pasan cosas raras, a lo mejor por eso tanta gente sigue y lee este blog.

Ayer me subí al auto y lloré todo el camino de regreso a casa. Antes de llegar me estacioné, sequé mis lágrimas, me puse gotas en los ojos e hice como si nada.

Pasé mala noche, al dolor de mi corazón se suma un resfriado rebelde que no se me pasa, estuve con fiebre e insomnio.

Esta mañana me levanté con los ojos hinchados, no tanto como otras veces, pero hinchados al fin y al cabo. Como soy buena actriz, he hecho creer que el brillo inusual en mis ojos es por el resfrío, como no me conocen bien (aún) me la creyeron sin problemas.

Hablé con Mister ?? y le expliqué que no podía volver a verlo como pareja porque, aún cuando había hecho esfuerzos, no nacía nada más en mí. Él es un hombre que "siente" a las personas, más allá de las palabras. Notó de inmediato que algo más me pasaba. Sé que por mí hice bien en contarle todo (o casi todo) pero no sé si hice bien por él; pero necesitaba desahogarme.

Me retó, me subió, me bajó, me volvió a subir y me volvió a dejar caer despacito para que no me doliera tanto.

Me dijo algo que me quedó grabado "qué significa eso?, pasó algo mas allá de un simple beso?, porque te lo digo , para llorar asi de la forma que tu estas llorando, creo que te enamoraste y te dolió lo que te dijo"

¿Me enamoré? ¿En tan poco tiempo? No sé, entonces ¿Por qué me duele tanto?

En eso estaba cuando llegó un servicio de encargos con una inmensa caja de bombones de La Fete a mi nombre.

No, no piensen que eran de Mister M. ni de Mister ?? eran de un caballero que no conozco, me los mandó en agradecimiento porque el otro día llegó una persona aquí con un sobre que había recogido de la calle, dentro del sobre estaban la licencia de conducir, el carné de identidad, una tarjeta bancaria y dinero en efectivo, pero no había dirección ni número telefónico para comunicarse con el caballero y devolverle todo.

Como siempre me las dí de Sherlock Holmes y encontré a un hermano en la X Región, llamé a la secretaria y en una hora más o menos habíamos devuelto todo.

Chocolates, el remedio perfecto para pasar la pena.