El Rey

- Aló, Pily?

- Qué pasó?

- No sabes quién se murió...

- La Farrah Fawcett...

- No, aparte

En ese momento recién abrí bien los ojos, iba ya en el bus de vuelta a casa cuando la Moira me llamó.

- Ni idea...

- Michael Jackson...

- ¡¡Qué!!

No sé si fue mi grito involuntario o el nombre (o ambas cosas) las que me hicieron enderezarme en mi asiento. Es que no podía dar crédito a lo que me estaba contando la Moira. Tenía claro que no podía ser una de sus locas bromas porque sonaba muy seria detrás del teléfono.

- ¿Viste que era cierto?

Se escuchó en alguna parte del bus. Era una noticia tan extraña, si me hubiesen dicho que se murió el Dalai Lama lo habría aceptado de buenas a primeras, no porque quiera que se muera (todo lo contrario, necesitamos muchos Dalai más) sino porque Jacko era un hombre joven (bue... relativamente joven... digamos que ya no era un chiquillo de 20, pero a los 50 tu expectativa de vida es de al menos unos 30 años más)

Mi mente viajó años atrás para recordar cuando tenía apenas unos 11 ó 12 años. Era la época en que Jacko lanzaba su video éxito Thriller, esa época de Magnetoscopio Musical que veíamos con la misma devoción con el que una beata va a misa, todos los domingos.

Era época de nuestras primeras fiestas "nocturnas" que acababan a las 12 de la noche. Justamente eran esas fiestas tipo "malónes" en las que cruzaba los dedos para que no me fueran a buscar hasta que hubiesen puesto Thriller para bailarla al estilo Michael Jackson, con la luna saliendo entre la cordillera y algunas nubes.

¡Cómo han pasado los años desde entonces! Crecí escuchando de vez en cuando los éxitos de Michael Jackson, de vez en cuando un escándalo, una buena canción y otra operación.

Nunca fui fanática de Jackson, pero sí reconocí muchas veces una buena canción y algunos videos realmente muy buenos. Lamento que su vida personal no haya sido de lo mejor, ni transparente, ni feliz. A lo mejor, si hubiese tenido dicha en su vida personal, no habría sido el músico que fue.

Es una lástima que ahora haya rumores que indicarían un posible homicidio; más pena me dio cuando leí por ahí que alguien decía que valía más muerto que vivo.

Nadie vale más muerto que vivo, las personas sólo por el hecho de vivir en sí ya son valiosas. O así debiera ser.

He seguido enferma, con licencia. Me tiene tan aburrida este invierno que no acaba nunca... quiero que sea primavera mañana, para poder disfrutar de días más agradables, más largos, con mejores temperaturas y poder decirle adiós de una vez y por todas a las enfermedades. Es que feliz me pondría en la lista para transplante de pulmones y cambiármelos por unos nuevos, cero kilómetros, sanitos, sin rastros de enfermedad.

Lo que más me desagrada de estar enferma es que te la tienes que pasar en cama (no me gusta estar en cama más de la cuenta) y cuando al fin te levantas, estás mareada por un par de días. Si a eso le sumas que has tenido fiebre, te levantas sin fuerza y toda temblorosa. ¡¡Es horroroso!!

Me acaban de invitar a un cumpleaños el miércoles, dije que sí, pero a mi papá no le gustó mucho justamente porque vengo saliendo de una enfermedad. Y el próximo lunes tengo otro cumpleaños... yo no sé qué voy hacer si no me mejoro luego, porque tampoco me lo voy a pasar encerrada lo que queda del invierno.

Tengo que hacer algo ahora y ya! Pedí algo para subir las defensas, me dieron vitaminas, pero las vitaminas normalmente hacen engordar... OK, prefiero subir un par de kilos que pasarme enferma. Así que me las estoy tomando regularmente.

¿Qué será mejor? ¿Una flaca enfermiza o una gorda sanita?